jueves, 17 de diciembre de 2009

"...la seguridad jurídica está garantizada por la delegación de facultades legislativas"

El Gobierno desregulará la economía por decreto

El ministro Cavallo quiere un Estado eficiente para bajar costos y atraer inversiones

Afirmó que la seguridad jurídica está garantizada por la delegación de facultades legislativas

Uno de los objetivos es reducir las tarifas de los aeropuertos privatizados

Buscan achicar los ministerios.

El ministro de Economía, Domingo Cavallo, revelo que su Estrategia es el retorno del crecimiento, consecuencia de un fuerte Proceso de inversiones, para lo cual el Gobierno lanzará numerosas medidas de desregulación.

En un reportaje con La Nacion, el funcionario sólo aceptó dar una precisión:

"Tenemos tasas aeroportuarias muy caras, que dificultan la operación de las empresas aéreas, y es un aspecto que vamos a poder corregir con la ley de competitividad".

Cavallo señaló que la idea es "corregir regulaciones inconexas que surgieron del Congreso entre 1997 y 2000, y que crearon confusión e incertidumbre, dificultando las inversiones".

Desregular es derogar normas que impongan precios o limiten la competencia.

Sostuvo que "se van a abrir muchas oportunidades de negocios y todo lo posibilita la delegación de facultades legislativas por parte del Congreso en el Ejecutivo".

El Presidente pidió a los ministros que presenten, en los próximos días, informes sobre las estructuras de sus carteras, con la idea de reducirlas.

El Objetivo es hacer más eficiente el gasto público.

El Gobierno quiere que las inversiones tengan un Incremento muy fuerte y que desaten una expansión de la actividad y crecimiento del producto semejante a los que ocurrieron en los primeros años de vigencia de la ley de competitividad.

El ministro de Economía, Domingo Cavallo, dijo en un reportaje con La Nación que para lograr este objetivo "hay que abrir muchas oportunidades de inversión que posibiliten un fuerte aumento de la productividad y que por lo tanto corrijan el problema que estamos viviendo".

-En su gestión anterior hubo fuerte atracción de inversiones por las privatizaciones.

¿Cómo piensa lograrlo ahora que eso termino?

-No fue sólo el proceso de privatizaciones.

Fue básicamente el proceso de desregulación y de apertura de oportunidades de inversión, que se revirtió con los aumentos de impuestos y las confusiones regulatorias de 1997, 1998, 1999 y 2000.

Ahora se van a volver a abrir muchas oportunidades de inversión también por un proceso de desregulación.

-En 1991, con usted en Economía, hubo un decreto de desregulación

¿Hay que esperar un decreto ahora?

-Hay que esperar muchos decretos que van a modificar leyes, porque ahora lo posibilita la delegación de funciones legislativas al Ejecutivo que está dentro de la ley de competitividad.

-En 1991 fue un decreto de necesidad y urgencia...

-El de 1991 fue un decreto de necesidad y urgencia que modificó muchas leyes.

Ahora va a haber mucha más seguridad jurídica, porque los decretos que van a modificar las leyes que hoy traban la inversión y el aumento de la productividad van a tener validez legal.

En ese sentido, el proceso va a ser mucho más sólido y eficaz que el de aquella época.

-Con muchas de las medidas de 1991 luego se dio marcha atrás.

-Claro, porque el Ejecutivo dejó de tener iniciativas en estas materias y empezaron a aparecer iniciativas inconexas dentro del Congreso, que frenaron el proceso de inversión. .

-En las provincias no se avanzó mucho en estos aspectos tampoco.

-Las provincias nunca terminaron de implementar el segundo pacto federal fiscal que ponía énfasis en el proceso de desregulación y privatización provinciales

-Hay sectores donde hubo inversiones y privatizaciones y hay problemas. Aerolíneas Argentinas es un ejemplo.

-A Aerolíneas, como a todo el transporte aéreo, hay que facilitarle el aumento de la productividad.

Por ejemplo, las tasas aeroportuarias que surgieron del proceso de privatización de aeropuertos son muy caras.

Y hay muchos insumos del transporte aéreo que son exageradamente caros.

Yo en una oportunidad le pregunté al propietario de LanChile, que es amigo mío y con quien fuimos compañeros de estudios, si él podría operar una empresa como las que tenemos en la Argentina con la misma facilidad y eficiencia que lo hace con la suya.

El me dijo que no, porque nosotros tenemos tasas aeroportuarias muy caras y también algunos impuestos que dificultan la operación.

Ese es un aspecto que vamos a poder corregir con la ley de competitividad.

-Pero allí hay un concesionario y un contrato...

-De todas maneras, vamos a tratar de que aumente la competitividad del transporte aéreo.

-El Correo también tiene un caso parecido, con un concesionario que se queja de la falta de rentabilidad.

-Todos ésos son los aspectos que hay que corregir.

-En el sistema de convertibilidad usted tiene que tener ganancias de competitividad mayores que las de Estados Unidos.

-Por lo menos deberían ser iguales.

Eso ocurrió hasta mediados de 1998.

Si uno mide los incrementos de productividad hasta entonces, ve que son más altos que en Estados Unidos.

A partir del segundo semestre de 1998 y hasta 2001, en cambio, encuentra una gran diferencia en favor de Estados Unidos.

-¿Por qué ocurrió?

-Básicamente, por encarecimiento del capital y también por las incertidumbres que comenzaron a aparecer sobre el futuro de las reglas de juego en varios sectores, todo lo cual llevó a una interrupción del proceso de inversión.

Eso hizo caer el ritmo de crecimiento de la competitividad.

-¿La solución es la ley de competitividad?

-Sin duda.

A eso apunta.

-El Estado como proveedor de bienes y servicios públicos también está lejos de ser competitivo.

-Falta mucho por hacer en materia de eficiencia del sector estatal.

Cuando se habla de reforma o de modernización estatal se debería poner énfasis en estos aspectos.

En la productividad y la eficiencia del gasto público.

-Cuando se habla de esto mucha gente tiene miedo de que empiecen los despidos.

-No debería ser así.

Porque un país que logra aumentar la productividad aumenta el nivel de ingresos de su población.

Y cuando la gente gana más, demanda más bienes y mayor cantidad de servicios de mayor calidad.

Se crean así mayores oportunidades de empleo y, sobre todo, empleos mejor remunerados.

Cavallo, que no quiso adelantar más detalles, parece referirse al encarecimiento del crédito que significó la aplicación del impuesto a los intereses pagados por las empresas, que ya José Luis Machinea había prometido disminuir gradualmente para luego derogar.

También, desde la gestión de Roque Fernández en Economía se aumentaron los aranceles para la importación de bienes de capital, que ahora Cavallo derogó.

Un proceso de desregulación amplia implicaría derogar restricciones o limitaciones al ingreso de competidores en los mercados.

También, dar por tierra con normas que importen la limitación de oferta de bienes o servicios, impongan cuotas u otro tipo de restricciones.

La Nación, Domingo 1 de abril de 2001, hacer clic aquí.

2 comentarios:

Marcelozonasur dijo...

Buen hallazgo.

Que genio Cavallo... no recaudabamos un mango, pero el bajaba los costos de las transnacionales... medio mundo en la calle... Increíble.

Anónimo dijo...

Estimado Manolo:

No se donde apunta con este post,ya sabemos que despues aparece otro explicativo.

Justamente Cavallo (ministro peronista en su momento)destruyo la seguriadad juridica en este pais cuando se adjudico los "superpoderes".Es decir, totalmente opuesto a su discurso en el diario.

No es ilegal, desde luego, ya que lo permite el engendro que hicieron Menen y Alfonsin en el '94(art.76??).

Yo no tengo ningun interes personal en Chile y tampoco voto alla;por lo tanto lo hagan los chilenos es problema de ellos, Ud si?.

Cordiales Saludos
Anonio Bostero