Fraude.
La policía británica, en tanto, ya está investigando más de 150 denuncias de fraude electoral a raíz del espectacular incremento -de hasta un 60 por ciento- registrado en la adopción del voto por correo.
Entre los casos que Scotland Yard llevará ante la justicia figura el de un consejero vecinal laborista que registró como residentes en su domicilio (un departamento de dos ambientes) a 28 personas, todas las cuales solicitaron votar por la vía postal.
Lluvia y barro.
Unos cuantos chaparrones, en contraste, bastarían para mantener el bipartidismo, porque en esas circunstancias sólo los que son leales a un partido por una cuestión de "arraigo tribal" (apoyo tradicional de sus familias a laboristas o conservadores) suelen estar dispuestos a empaparse para cumplir con su deber cívico.
Los tories , en esta cuestión, suelen ser los más aplicados. La ex primera ministra Margaret Thatcher, la mujer que ejerció el poder en Gran Bretaña en tres décadas distintas (ocupó el cargo de
El pronóstico para hoy augura tiempo inestable en Escocia, Irlanda del Norte, Gales y en el norte de Inglaterra.
No así, sin embargo, en Londres y en el centro y sur de Inglaterra, donde el sol brillaría sobre las áreas metropolitanas que en la última década apoyaron al laborismo y donde los liberales demócratas estarían avanzando.
Al efecto climático hay que agregarle la posibilidad de que otra bocanada del volcán islandés Eyjafjöll obligue a cerrar de nuevo el espacio aéreo británico, como ocurrió en las últimas 48 horas, pero de manera transitoria. Esto podría impedirles a algunos electores llegar al lugar de residencia donde deben emitir su voto.
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1261655
Matonismo punteril.
Anoche se registraron incidentes en varias circunscripciones de Londres, como también en Sheffield, Manchester, Liverpool y Newcastle.
Sin embargo, sorprendió esta mañana un claro guiño de los liberales hacia los conservadores, cuando su líder, Nick Clegg, dijo que los conservadores tienen prioridad para tratar de gobernar. "He dicho que cualquier partido que lograra la mayoría de los votos y de los escaños, aunque no la mayoría absoluta, tiene la prioridad para tratar de gobernar en solitario o mediante acuerdos con otros partidos, y mantengo ese punto de vista", declaró.
En ese sentido, David Cameron hizo una oferta de gobierno a los liberaldemócratas en la que se muestra dispuesto a abordar temas cruciales para la tercera formación del país, como la reforma del sistema electoral. Destacó la importancia de formar un "gobierno estable pronto" por el bien del país.
El líder tory tendió su mano a los liberademócratas poco después de que el primer ministro británico, el laborista Gordon Brown, se ofreciera a negociar con el partido de Nick Clegg en caso de no fructificar unas eventuales negociaciones entre conservadores y liberales.
Los tories, liderados por David Cameron, volvieron a ser la fuerza más votada del país, pero no fue suficiente porque la victoria podría ser insuficiente para volver a ocupar el 10 de Downing Street.
Cuando faltaba conocer el resultado de 35 de las 650 circunscripciones del Reino Unido, los conservadores obtenía 290 bancas en
Aunque consiguieran todos los escaños restantes, no alcanzarían la mayoría absoluta de 326 de los 650 escaños de la cámara, lo que provoca una situación idéntica a la vivida en ese país en los comicios de 1974.
Por esta razón, la aritmética parlamentaria dejó la puerta abierta a que los laboristas encabezados por Gordon Brown que suman 247 escaños busquen una mayoría en el Parlamento, lo que supone negociar con el Partido Liberal, que obtuvo un resultado peor del esperado al conseguir sólo 51 escaños. Los otros pequeños partidos y candidatos independientes lograron conjuntamente 21 escaños.
Con una alta participación, que según las primeras informaciones superó el 64 por ciento, las urnas dejaron en el aire el futuro político del Reino Unido, porque el primer ministro tiene la prerrogativa legal de intentar formar un gobierno pese a que el Partido Laborista perdió claramente las elecciones.
El líder liberaldemócrata, Nick Clegg, fue la gran estrella de la campaña electoral después del primer debate televisado entre los tres candidatos a primer ministro y llegó a situar a su partido como segunda fuerza en los sondeos sobre intención de voto, algo que no sucedió en las urnas.
No obstante, el partido de Clegg tiene ahora la llave para la formación de un gobierno que disponga de un respaldo parlamentario suficiente, bien con los conservadores o con los laboristas. A raíz de ello, Clegg aseguró que "lo mejor es que todos nos tomemos un tiempo para que la gente tenga el buen gobierno que merece en estos momentos tan difíciles e inciertos".
Cameron consideró que las urnas indicaron que el país quiere "un cambio" y un "nuevo liderazgo", mientras que Brown, que también hizo una breve declaración en su distrito de Escocia, subrayó que todo sigue en el aire como consecuencia del resultado electoral.
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1262146
El Régimen, Falaz y Descreído, y
Dentro del sistema todo es posible. Las encuestas indican que ya no se trata como en los últimos 90 años de un sistema político bipartidario. Desde el primer debate televisado entre los líderes de los tres partidos, el tercero, el liberal demócrata, se ha instalado a la par de los dos tradicionales.
Si las encuestas de opinión están en lo cierto, a partir de hoy parecería que nadie podrá gobernar en el Reino Unido sin el apoyo del Partido Liberal Demócrata, que exigirá un cambio en el sistema electoral.
Sea quien sea el aliado al que termine apoyando el Partido Liberal Demócrata, es de esperar, por las características del sistema, que los partidos logren imponer en
Tres características adicionales del sistema político británico permiten suponer que los cambios se sucederán con velocidad y eficiencia:
·
·
· Los diputados se ponen de acuerdo para faltar con el visto bueno del jefe de bancada. Por ejemplo, si un diputado tiene un compromiso político ineludible en su circunscripción, se pone de acuerdo con un miembro del otro partido y faltan ambos.
No es de extrañar entonces que, según R. M. Punnet, los gobiernos británicos de posguerra hayan logrado imponer el 84% de los cambios que le han prometido al electorado.
¿Y por qué puede interesarle esto al electorado argentino? En Después del derrumbe (2003), libro sobre el sistema político argentino de Néstor Kirchner y Torcuato Di Tella, Kirchner dice ser partidario del parlamentarismo. Poco se sabe del devenir político argentino más allá de las elecciones de 2011. No obstante, dada la rigidez de su sistema constitucional, es posible esperar que su adaptación a lo que quiera el electorado argentino sea poca, especialmente si se la compara con la mayor elasticidad institucional británica.
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1261656
¿No va siendo hora que, los Constitucionalistas y Analistas Políticos Serios, pongan sus barbas en remojo?
No es muy diferente, en
4 comentarios:
Un horror che,ya ni de los ingleses se puede confiar
!!si viviera Georgie!!
Pero Manolo si nosotros parecemos gentlemans a lado de estos isleños del norte!
Wal
Cómo estarán los Morales Solá de allá.
Altos cuchilleros son.
Londres es una pulperia gigante, nadie sale a comprar el pan sin una faca en el cinto y la bufanda enrrollada en la siniestra!
Fuera de joda, la facilidad que tienen los british de clavarse da miedo.
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