Película extraña, magnética, absorbente, desconcertante, inquietante y, finalmente, terrible.
La adaptación que realiza Michel Deville de la novela de Gilles Perrault es toda una rareza propia del cine de los setenta.
Y no sólo en cuanto al particular estilo de Deville en la dirección ni a la forma en la que encara la peculiar historia que se cuenta, sino por la propia naturaleza de su protagonista: nos encontramos ante un personaje ausente, lejano, ajeno a toda empatía o identificación con el espectador, al menos a priori, poco más que una cara y una recopilación de datos.
Y una historia a su alrededor que, en apariencia rutinaria y burocrática, deviene en horripilante.
Sabemos quién es, su rostro, sabemos hasta la última de sus peripecias vitales, sus secretos de familia, su perfil psicológico, sus reacciones a cualquier estímulo, sus opiniones sobre los grandes temas o sus ideas políticas.
Incluso sabemos cosas que él no sabe, como por ejemplo, que su mujer le ha engañado sistemáticamente durante años.
Pero no sabemos quién es, que se esconde tras el nombre de Dominique Auphal.
http://39escalones.wordpress.com/2010/09/20/el-gran-hermano-nos-observa-dossier-51/
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1 comentario:
off topic...
http://www.latercera.com/noticia/nacional/2011/03/680-352382-9-ejercito-recibe-este-ano-10-mil-voluntarios-extra-para-el-servicio-militar.shtml
Buen sabado, Manolo.
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