martes, 7 de agosto de 2012

Sucesión de CFK, los Territorios y la Gobernanza de Davos.




De liderazgos, proyectos y reelecciones, de Mariano Fraschini, en Artepolítica.



Más allá de la reforma constitucional, que permita o impida la rere; más allá del marketing electoral, sea por designación directa o por sinergia de los candidatos.

Sigue el problema administrativo, el día a día que supera a Ministerios Nacionales o Provinciales.

La situación polisémicas del Jefe Territorial; encarnadura del Estado frente al Pueblo, según la tradición Liberal; Delegado de sus pares frente al Estado, según la tradición peronista.

La segunda se basa en una simple consigna, “a la cabeza, o con la cabeza”; no corre la escusa “no me corresponde”, o “excede mis funciones”.

No se lo elige solo para el Alumbrado, Barrido y Limpieza; sino para encabezar todo reclamo ante el Estado provincial, nacional, o todo aquello que implique el Poder Desnudo.

La tradición de Mostotes o Villa Manuelita, hacer clic aquí; que se convierte en un chiste de la militancia peronista.

Desembarcan los marcianos, y el Intendente o Delegado Municipal, tiene que confrontarlos en nombre del Pueblo; que es una Autoridad superior al Gobernador, el Presidente y el Comité de Seguridad de las Naciones Unidas.

La lista, basada en el ultimo censo, son de las divisiones administrativas subnacionales de mas de 50.000 habitantes; y representan mas del 80% de los 40.000.000 millones de habitantes.

Controlar las Burocracias Nacional y Provinciales se convierte en inútil si no se los tiene en cuenta; las administraciones de Alfonsín y de la Rua pueden dar fe.
Puentearlos administrativamente, sin generar reemplazos en los territorios, le costo la permanencia a Cafiero y Menem.

Comprender que para los habitantes de las demarcaciones, significan un contra poder frente a las Administraciones Centrales; sean Nacionales o Provinciales, es la navaja de Ockham ante los resultados electorales que dejan confusos a los estrategas de marketing electorales.

Esos que, parecen no tener ni pies ni cabeza, a pesar de las teorías de las tracciones, las boletas sabanas, las colectoras, y otros enjuagues administrativos.

“En la provincia de Buenos Aires la competencia política es acaparada por el peronismo...

–Es cierto, pero no quita que la competencia sea feroz.

Aquí hay otro problema que merece ser pensado: ¿qué pasa con la oferta política?

¿Por qué el peronismo tiene un lugar tan importante?

Creo que una posible respuesta es que el peronismo tiene una tradición política con más capacidades para entender este tipo de relaciones entre el Estado y los ciudadanos.

Dentro del juego clientelar, varios dirigentes peronistas tratan con más cuidado y respeto a sus “clientes”.

Con pocos recursos literarios, Duhalde dijo que el 2001 enseñó que con la gente no se jode.

Esto significa que no hay una manipulación total.

El clientelismo también tiene que ver con los derechos, el honor, el respeto, con una cantidad de dimensiones de la vida política que también están en juego en las capas más pobres de la sociedad.

No se puede pensar el clientelismo tal cual como es descripto en la literatura, porque se caería en una visión compasiva (la pobre gente que es manipulada) o despreciativa (la gente vota por los que otros deciden).

Algunos dirigentes sociales con mucho poder en los barrios se lanzan a la batalla electoral y no obtienen votos.

Por ejemplo, en el caso de Luis D’Elía, la gente no autorizó que su autoridad política se trasladara de un dominio al otro.

Y esto requiere perspicacia, inteligencia y un análisis fino de la política.

…………….

Está rompiendo con un sentido común sobre la manipulación de los sectores populares y su falta de autonomía individual...

–Sí.

Rechazo la idea de que a la gente la llevan por la nariz como el dueño de una estancia que pasea el toro por la Rural.

Esto no se corresponde con la realidad.

No hay nada que un habitante de un barrio popular deteste más que la posibilidad de sentirse manipulado.

Claro que se reparten choripanes y dinero para que la gente vaya a los actos.

Pero esto no determina su voto.

Alcanza con escuchar las risas y burlas de la gente cuando dicen:

“Le comimos todos los panchos a Fulano y él se creía que lo estábamos apoyando”.

Son juegos complejos, negociaciones.

Creer que la gente va libremente a una manifestación sólo porque adhiere a una opinión, a un ideal, significaría pensar que las clases medias que se reunieron en los actos de apoyo al “campo” no tenían intereses en juego además de sus convicciones.

En el caso del conflicto del “campo”, no todos eran los más acérrimos defensores de la libertad, la democracia y la transparencia.

También defendían un modo de vida, un tipo de relación con el Gobierno e intereses económicos, a pesar de que una porción ínfima fueran propietarios rurales.

Ideales e intereses están siempre mezclados.

¿O acaso la Revolución Francesa se hizo sólo porque la gente creía en la libertad?”




Conflictividad

La manifestación callejera es una clara singularidad nacional respecto de la región.

El 35% de los argentinos aprueba los cortes de ruta y el 20,7, la invasión de la propiedad privada como formas de protesta.

Participación política

El índice de confianza en las elecciones, en un rango de 0 a 100, es de 42 puntos entre los argentinos.

Tampoco es alta la confianza en los partidos políticos: en ese ítem, liderado por Uruguay con un índice de 50,4 puntos, Argentina aparece anteúltimo con 27,3.

Clientelismo

El 18% de los argentinos afirma haber recibido alguna vez una oferta por su voto.

La cifra duplica prácticamente el promedio latinoamericano.

De todos modos, podría decirse que el clientelismo no paga bien: el 43,9% de los encuestados afirma no sentirse ni más ni menos inclinado a votar por el candidato del benefactor, en tanto que el 45,3% dice sentirse menos inclinado a hacerlo.

Ideología

En un rango de 1 a 10 (donde 1 es izquierda y 10, derecha) la identificación ideológica de los argentinos se ubica en 5,1.

La cifra, comparada con 2008, está ligeramente más ubicada hacia la izquierda, ya que entonces había sido de 5,5.

La posición de la ciudadanía argentina aparece como una de las más pronunciadas del continente: sólo Uruguay está más a la izquierda.

El rol del Estado

El nivel de apoyo a la idea de que el Estado debe ser el dueño de las empresas e industrias más importantes se ubica entre los más elevados de la región: de 0 al 100, obtiene 67,9 puntos.

Derechos civiles

Los argentinos son particularmente receptivos -junto con los canadienses, norteamericanos y uruguayos- a la idea de que los homosexuales puedan posturlarse para ocupar cargos públicos y puedan casarse.

LA ENCUESTA

En forma conjunta, la Universidad Torcuato Di Tella y la Universidad de Vanderbilt realizaron por segunda vez la encuesta de opinión pública denominada Barómetro de las Américas.

Se trata de un estudio multinacional, encarado en forma simultánea, sólo que de los resultados generales se desglosan informes analíticos producidos en cada uno de los países americanos (menos Cuba, que no pudo ser incluida, y Haití, donde el relevamiento se frenó por el terremoto y eso demoró hasta ahora la inclusión de datos haitianos).

El informe que analiza los resultados argentinos en perspectiva americana es muy vasto, abarca desde opiniones sobre la participación del Estado en la economía hasta la tolerancia ciudadana con los homosexuales.

Tiene 354 páginas e incluye 270 gráficos.

Fue redactado por Germán Lodola, doctor en Ciencia Política de la Universidad de Pittsburgh y profesor del Departamento de Ciencia Política de la Universidad Torcuato Di Tella”.



3 comentarios:

Renomé dijo...

"el Jefe Territorial... Delegado de sus pares frente al Estado, según la tradición peronista"

Si, como nó...

http://yt.cl.nr/8pyuS9i2H1U

manolo dijo...

Renomé

http://vimeo.com/channels/iigg/31035906

Buen provecho.

Renomé dijo...

Gracias Manolo, los conocía. Muy interesante lo de las bibliotecas. ¡Berp!