La mía particularmente, y también la de muchos otros de mis
conciudadanos.
Todo se acaba sabiendo, y en el peor momento para el afectado.
Ten cuidado, Mariano.
Piensa bien en lo que has cobrado y lo que has tolerado, en lo que has
encubierto aunque en tu fuero interno lo censuraras.
Todo se acaba sabiendo, y del modo más desagradable.
Has dado la cara por ti y por los tuyos, y estoy de acuerdo en que lo
que se tiene que demostrar es la culpabilidad y no la inocencia.
Si algún día se demuestra que tú o tus colaboradores, cargos o
ministros sí habíais manejado dinero negro y que por lo tanto nos habéis
mentido, os perseguiremos hasta fundiros como de un relámpago.
Yo te creo y pongo en ti mi confianza.
Pero estaré atento, vigilante.
Y si me entero de que me has engañado, no se lo encargaré a nadie, lo
haré yo con mis propias manos.
Guantánamo, Salvador Sostres; hacer
clic aquí.
ENCUESTA DE METROSCOPIA
La crisis y la corrupción llevan al PP a sus expectativas más bajas
El partido sigue siendo el más votado con el 23,9%
Cae a seis puntos menos que hace un mes y 20 por debajo del 20-N
El bipartidismo se hunde
Viernes 28 de septiembre de 2001 | Publicado en edición impresa
ELECCIONES: entre la bronca y el desconcierto
La política, una pasión argentina en retirada
La falta de entusiasmo prima entre los consultados por VIA LIBRE
VIA LIBRE salió a la calle para tomar la temperatura política de los jóvenes, y el termómetro terminó confirmando lo que se escucha desde hace ya bastante tiempo:que el descreimiento es la regla.
Por otra parte, pidió la opinión de algunos famosos que andan entre los veinte y los treinta años. La primera, inmediata lectura, da por resultado que las posturas de unos y otros no difieren demasiado.
La encuesta casera constó de cuatro preguntas: 1)¿por quién vas a votar? ; 2) ¿qué pensás de las campañas que proponen que hagas anular tu voto? ; 3) ¿qué reclamos le hacés a la clase política? ; y 4) ¿qué pueden hacer los jóvenes para transformar el país? Para tener en cuenta:ninguno de los entrevistados dará el voto a uno de los dos partidos mayoritarios (PJ y Alianza). Y los pocos que saben qué harán, se vuelcan por partidos que hasta ahora no pudieron demostrar qué tan aptos o ineptos son a la hora de los bifes.
Mariano Farinaccio, 25 años , fotógrafo, Villa Urquiza. "Voy a hacer que me anulen el voto. No creo absolutamente en nadie. Estas campañas o el viejo 501 se enmarcan en un contexto posmoderno de debilitamiento de los ideales. En lo que no estoy tan de acuerdo es en que se haga publicidad de la anulación, porque eso no deja pensar a la gente. Hoy, la clase política es híbrida, y eso lleva al desencanto. Creo que no deberíamos cometer los mismos errores que se cometieron hasta ahora, aunque me parece inevitable. Igual, nuestra generación viene mejor."
Tomás Fonzi, 20, actor. "Ya pasó que muchosvotaron a Charly, y eso demostró la poca credibilidad que inspiran los políticos. Ahora ni siquiera vale la pena el menos malo. Sin embargo, mi voto ya tiene destino y tengo la mínima esperanza de que haga peso para un lado, que es, justamente, la intención del voto. Elijo a la Izquierda Unida, porque hasta ahora no ha podido llevar adelante sus ideas. No creo en una clase política, los políticos son un reflejo de lo que es el pueblo. ¿Si me interesa la política? Sí, suelo indignarme a menudo."
Jorge Gutiérrez ,22, Constitución, changas, 3 hijos. "No sé a quién votar, pero voy a votar, aunque esté todo mal. Para cambiar la cosa, prefiero trabajar, que es lo que sé hacer.
Marcelo Poulain, 24, cadete, Ramos Mejía. "Siempre voté a los radicales. Esta vez no sé, porque termina siendo lo mismo. Creo que hay que votar por alguien, aunque sea al menos peor. A la clase política le exijo que robe menos, que sean menos y que trabaje más. Hoy, por como está la juventud, no creo que pueda hacer nada. Hay muchos que están sin trabajo, y además no tienen patriotismo. Yo quise meterme en el partido radical, pero a los honestos no les dan lugar."
Celina Belluat , 25, estudia Contaduría y trabaja, Belgrano. "Si fuera por mí, no votaría. Estoy de acuerdo en parte con la anulación pero no tendríamos que llegar a eso. Los políticos deberían ocuparse de la gente, y no estar siempre en contra del pueblo."
Fernando Morinigo, 23, estudia Derecho y trabaja, Pablo Nogués. "Supongo que elegiré al ARI. No estoy de acuerdo con la anulación, porque me parece que es atentar contra la democracia. No sé si puedo hacer mucho en este momento para modificar algo, porque no estoy en un puesto de poder. La única forma de hacer cambios radicales es transformar los órganos de poder."
Juan Castro, 30, periodista. "En algún momento fui partidario del voto en blanco o de no ir a votar. Estaba absolutamente desencantado con la clase política, y aun lo estoy. Lamentablemente, en un país que no avanza, la sensación que me da es que el voto no vale mucho.
Me parece divertido lo que sugieren estas movidas, pero creo que así no se soluciona nada. Durante un tiempo vamos a tener que seguir votando lo mejor de lo peor. Estaría bueno que pensemos que el voto no se termina en el cuarto oscuro, y cuando hay líos en nuestro país, salir a la calle y protestar, como lo hacen en los países donde el voto vale."
Carca , 29, músico de rock. "Voy a votar en blanco. Valoro inmensamente que exista la posibilidad de votar, pero me temo que no sirve para lograr un cambio. El voto es como un juguete para un nene, algo que lo contenta, pero que caduca. Y en este contexto, es natural que crezcan las movidas para anular el voto, votar en blanco o directamente no presentarse. Por sobre todo, pido justicia y verdad. Vivimos una falta de respeto constante y el pueblo no reacciona. En cierto punto la culpa también es nuestra."
María Jimena Arias , 21, camarera, estudia Medicina, Almagro. "No tengo decidido el voto, pero me parece bien la anulación, porque así se dan cuenta los políticos de que hay mucha gente que no está de acuerdo con lo que hacen. Pretendo que mejoren la salud, la economía, la seguridad y la situación de los que tienen menos. Creo que los jóvenes tenemos las posibilidades coartadas para actuar."
Romina Cohn , 23, DJ. "Todavía no sé qué voy a hacer. Creo que el voto en blanco dejó de ser la posición extrema, que estas campañas son una parodia de lo que hay y que tienen que ver con la falta de credibilidad, porque están diciendo que un personaje de fantasía es lo mismo que un político. Eso es lo que le reclamo a la clase política: credibilidad."
Orlando Speranza , 28, estudiante de Letras, empleado, Palermo. "No sé todavía a quién votar, pero promover la anulación me parece diluyente. A estas alturas no le reclamaría nada a los políticos, porque no están en condiciones de cambiar nada. En principio, la juventud podría actuar por medio de agrupaciones que tengan algún proyecto transformador, pero la verdad es que uno siente una permanente desmotivación."
Juan Pablo Rey , 25, empleado, Belgrano. "Voy a hacer que me anulen el voto, para que nadie se beneficie. Quiero que los políticos dejen de robar y trabajen para la gente. Por mi parte, nunca pensé en participar."
Malena Solda , 24, actriz. "Voy a votar al Frente Contra la Pobreza. Tengo cierto escepticismo que trato de combatir. Le pediría a la clase dirigente que haya un mayor reparto de la riqueza, que las compañías privatizadas dejen una mayor comisión para pagar los intereses de la deuda. En vez de achicar los salarios, debería establecer un salario mínimo más alto para que haya reactivación. Están haciendo todo al revés."
Tamara Romero , 18, estudia Economía y Gestión, González Catán. "Votaré por el candidato que me recomienden. Pido a los políticos más apoyo a la gente, porque se fijan en ellos nada más. Por mi parte, seguiré estudiando. Creo que los pibes deberían ponerse al tanto de la actualidad. No les importa nada la situación política."
Rafael Spregelburd , 31, actor, director, dramaturgo. "Supongo que haré que me anueln el voto. Mis simpatías han estado siempre con los pequeños partidos de izquierda, pero la izquierda inteligente hace tiempo que dejó de ser electoralista. El compromiso político es seguir pensando qué es lo justo y qué es aquello por lo que vale la pena pelear. Lo primero, creo, es denunciar el estado de inmovilidad al cual quieren conducir las elecciones entre candidatos que son lo mismo. Esta es una seudodemocracia: no hay representación genuina del pueblo, lo que se busca es que la gente deje de movilizarse para reclamar lo que los gobiernos le vienen debiendo. No es verdad que votar en blanco o anular signifique abonar a que todo siga igual: en algún momento los políticos comprenderán que el pueblo los desprecia."
Alejandro Bustillo , 21, Banfield. "Voy a votar por Izquierda Unida. Como nunca llegó al poder, por lo menos hasta ahora no nos defraudó. Es preferible votar al menos peor. Desde nuestro lugar, debemos ir a las marchas, a todas las que podamos." .
3-LEYENDO LOS RESULTADOS:
En la Capital Federal, distrito con 2.572.268 electorales,
solamente votaron algo menos de las tres cuartas partes -72.06%- mientras que
anularon su voto el 23.36% y lo hicieron en blanco el 3.95% del total. Vale
decir, solamente se expresaron con voto "positivo" -tal como lo
define la Ley electoral- el 44.75%. De tal manera, los dos senadores -de los
cuales Rodolfo Terragno es la figura más representativa- que se incorporan a la
Cámara Alta por la Alianza, solo alcanzaron el 11.11% de los ciudadanos
empadronados, contra el 21.43% que les adjudica la Ley. Y, lo más atrabiliario
es que el tercer senador -de la minoría, según la reforma de la Constitución de
1994- llegó al 6.72%, aunque los cómputos oficiales le adjudiquen el 12.91%.
Terragno - quien triunfó en las elecciones internas del
radicalismo contra el candidato preferido por el Presidente De la Rúa - fue
Ministro Jefe de Gabinete del gobierno de De la Rúa durante algo más de un año,
hasta que aquél lo echó del Gobierno por las disidencias que planteaba ante el
no cumplimiento de los gobernantes con el programa político que los llevó a ser
Gobierno. Asimismo, el Senador por la minoría -el socialdemócrata Alfredo
Bravo- también formó parte de la coalición gobernante, aunque se alejó de la
misma en su carácter de Diputado Nacional en repudio a la política económica
gubernamental, eligiendo como destino de la diáspora una nueva agrupación
política encabezada por la Diputada Elisa Carrió -también disidente de la
Alianza- quién ha hecho de la lucha contra la corrupción dentro del propio
gobierno del cual formó parte, su principal bandera de lucha y de atracción
sobre sectores disconformes del electorado que no querían expresar su desazón
con el voto "bronca" y tenían la alternativa de una nueva opción
llamada Alternativa para una República de Iguales (ARI).
Más, en éste distrito se produjo un hecho curioso por el
cual decíamos que no se puede acumular como "voto bronca" a todos los
que votaron contra el Gobierno, o que prefirieron la fórmula combinada de
abstención, nulidad o blanco. Tal fenómeno se observa en la elección de
diputados nacionales y vino de la mano de la izquierda, que durante los últimos
años no logró representatividad parlamentaria debido, fundamentalmente, al fraccionamiento
de la misma. En esta oportunidad apareció un Partido nuevo, con no más de tres
meses de antigüedad -Autodeterminación y Libertad- cuyo referente principal es
el ex Diputado Nacional -1989
a 1993- Luis Zamora y que solamente se presentó en éste
distrito. Se trata de un caso interesante para el análisis político, ya que
obtuvo el 5.17% de los votos "limpios" y con ellos ingresaron dos
diputados, ya que fue acompañado por Marta Castaño en su reingreso a la Cámara.
Zamora es un caso atípico en la "clase política"
vernácula, ya que a contrapelo de lo que hacen el resto de los políticos,
cuando debió abandonar su banca -1993- renunció a la jubilación de diputado que
le correspondía -aunque sea legal, no deja de ser ridículo y absurdo que
alguien por haber sido diputado durante 4 años cobre por el resto de sus días
una jubilación cercana a los 4.000 dólares mensuales- y se dedicó a vender
libros en forma domiciliaria, pese a su condición de abogado, ya que como el
mismo confesara: "¿quién va a contratar a un trostkista para que lo
defienda?". Esta sencilla conducta lo convirtió en un candidato creíble y,
pese a sus esfuerzos por unificar a los diferentes sectores de la izquierda,
como no pudo alcanzar su propósito creó un nuevo Partido. Este caso es demostrativo
de que cuando se mantiene una conducta coherente y límpida, quienes coinciden
-aunque sea relativamente con sus programas políticos- lo acompañan con su voto
y testimonian su "bronca" de una manera positiva, saliéndose de las
estructuras partidocráticas tradicionales para llevar sangre nueva al Congreso
y darles la espalda a los políticos que mucho hablan de transparencia, pero a
la hora de cobrar sus dietas, todos tienen jubilaciones de privilegio previas,
que no son precisamente las que cobra el pueblo trabajador a la hora de
jubilarse.
Asimismo, debe hacerse notar que si la izquierda porteña se
hubiese unido, los seis Partidos (a más de A. y L. el Humanista, de los
Trabajadores Socialistas, Obrero-MAS, Izquierda Unida -que es hegemonizado por
el Comunista- y Socialista Auténtico) en que se dividió por cuestiones de
oportunismo -dicho esto en el sentido que le da Ferrater Mora (1971)- egoísta
de sus dirigentes, entonces hubiesen superado el total de la lista ganadora -la
de la Alianza- con el 11.31% contra el 9.92% de aquella. Cabe recordar que a
menos de una semana de los comicios la Alianza ya se fracturó y los diputados
del Frepaso formaron un bloque separado mientras negocian políticamente con el
bloque del ARI.
Al pasar al distrito más numeroso, la Pcia. de Bs. Aires,
con algo menos de la mitad del total del padrón electoral nacional, se observa
un fenómeno semejante al anterior. Vale decir, para diputados nacionales el no
voto sumado al voto "negativo" fue del 49.26%, en tanto que para
senadores nacionales bajó al 43.21%. Esta diferencia puede obedecer al
prestigio con que venían revestidos los dos principales referentes del
justicialismo y del radicalismo, Eduardo Duhalde, ex Gobernador de la Provincia
y ex candidato a la Presidencia de la República en 1999; y el ex Presidente
Raúl Alfonsín.
De todas formas, al hacer la "limpieza" de las
cifras oficiales se ve que el 37.55% que se le adjudica a Duhalde se reduce al
21.88%, a la par que el 15.00% de Alfonsín disminuye al 8.57%. Las diferencias
halladas para ambas cifras son estadísticamente significativas si se les aplica
un sencillo test estadístico, como es el de ji-cuadrado, para evaluar las
diferencias de porcentajes, al nivel del 0.05. Vale decir, no obedecen a las
leyes del azar, sino que la limpieza de los mismos ha operado de modo
significativo para que tales reducciones tuviesen en consideración al
"voto negativo", cuya elocuencia es imposible dejar de considerar.
En otro de los distritos con más de dos millones de
electores, la Provincia de Córdoba, en dónde su Gobernador -José M. de la Sota-
viene de realizar dos ejercicios electorales durante el año (una consulta sobre
la reforma de la Constitución Provincial e, inmediatamente de aprobada la
propuesta, la convocatoria a elecciones de convencionales constituyentes.), con
un notable éxito para su Partido Justicialista -aliado a un sector de Cavallo-
se observa que el 45.65% de los empadronado votaron de modo
"positivo", es decir, a alguna de las listas de candidatos a senadores
o diputados nacionales. Lo que resulta curioso es que frente a los arrolladores
triunfos de hace menos de seis meses, en esta oportunidad haya obtenido, luego
de la "limpieza", solamente el 16.06%, en tanto que el segundo -la
Unión Cívica Radical que venía en franca caída en aquellos comicios- obtuvo el
14.90%.
A su vez, la Provincia de Santa Fe, con 2.200.000 electores
fue un caso paradigmático del "voto bronca": solamente hicieron un
voto "positivo" algo más de un tercio de los votantes -el 35.36%- y,
limpiando los votos obtenidos por el Partido "triunfador" nos
encontramos que el Justicialismo santafecino logró solamente el 15.45% de
aquellos. Cabe hacer notar que éste fue el distrito donde el auténtico ganador
fue el "voto bronca", por amplia diferencia.
4-LAS URNAS HABLARON. CONCLUSIONES:
Si se observa con criterio anatómico la conformación física
de una urna electoral, se verá que ésta tiene una boca -ranura- por donde se
introduce información referida a la voluntad de decisión política de los
electores. Y, a la vez, esa misma boca luego de diez horas de comicio
"habla", comunica a la población -y en especial a los políticos- cual
fue el sentido de la voluntad de los electores. En su decir las urnas no se
equivocan, simplemente hacen públicos los contenidos de la información
recibida. En esos dichos, las urnas expresaron que hubo un gran derrotado, cual
es el proyecto o modelo económico gubernamental que no alcanzó a obtener el 10%
de los votos, los que estaban representados por las listas que apoyaba el Ministro
de Economía D. F. Cavallo, que en el Gabinete es un extrapartidario, al no
pertenecer a alguna de las agrupaciones de la Alianza gobernante y cuya
presencia le ha causado más de un mayúsculo dolor de cabeza al Presidente con
sus aliados y, lo peor, con sus propios correligionarios radicales. Sin
embargo, como no hay "peor sordo que el que no quiere oír" a una
semana de conocidos los resultados, el Presidente salió a la palestra a afirmar
que habían sido derrotados sus aliados y su propio Partido Radical, es decir, a
confesión de partes -de que es sordo- relevo de pruebas.
Más allá de las afirmaciones presidenciales -que cada día
gozan de menor confiabilidad en la ciudadanía- debe tenerse presente -a la luz
de los "votos negativos"- que el otro gran derrotado ha sido la
credibilidad en la clase política, la cual sufrió un fortísimo rechazo en los
grandes distritos electorales. Más, esto mismo no ocurrió en los pequeños
distritos, dónde todavía existe la práctica "clientelista" que se
testimonia a través de "favores" prestados de diferentes maneras a
los electores, lo que ya hemos definido como la teoría del morral (Rodriguez
Kauth, 1987). ) En esos distritos, salvo honrosas excepciones, ganó de manera
apabullante el justicialismo. Este fenómeno político ya lo describió Marx
(1854), con relación al triunfo de Luis Bonaparte que, según su análisis, se
asentó en la dádiva de "salchichón y vino" al campesinado. En la
actualidad no se utiliza el salchichón, pero sí el vino acompañado de las
prebendas como son el acomodamiento en cargos públicos, la provisión de
viviendas, etc.
Cuando afirmamos que la clase política fue el otro gran
derrotado queremos significar que, más allá de sus rechazos verbales al modelo
económico en vigor, la "gente" pretende cambios profundos no
solamente de la dirigencia, sino el sistema político y en el rumbo -si es que
se le puede llamar así a navegar como en la leyenda escandinava del Mar de los
Sargazos- económico, sobre el cual reclama a gritos -esto no es una figura
metafórica- urgentes rectificaciones que mejoren la calidad de vida de la
población. Sin embargo, en lo político, tal pretensión de profundidad no
alcanza a tocar los basamentos democráticos y republicanos del mismo, sino que
solamente apunta a lograr que la clase política reduzca sus excesivos gastos y,
poniéndose a la altura de las circunstancias económicas que vive la población,
tenga gestos políticos de austeridad; tales como -solo por nombrar algunos-
dejen de recibir pasajes aéreos gratuitos; pierdan la potestad de otorgar
"pensiones graciables" - que normalmente van a parar a parientes y
amigos que no las necesitan- no tengan el privilegio de no pagar sus llamadas
telefónicas ni los periódicos de los que reciben la mayoría que se publican; y,
fundamentalmente, según lo expresan estudios demoscópicos, que de una vez por
todas se elimine el perverso sistema de "listas sábanas" en la
elección de legisladores, tema sobre el cual ya nos hemos expresado
suficientemente en otro lugar (Rodriguez Kauth, 1997).
En definitiva, la situación política -que arrastra a lo
económico y social- del país presenta un panorama complicado en tanto y cuanto
los gobernantes no quieren oír la voz de las urnas y, si no lo hacen, no podrán
modificar el rumbo económico que nos arrastra al fondo de un abismo, con lo
cual el territorio se está convirtiendo en un polvorín presto a estallar en
cualquier momento, ya que las condiciones de injusticia social que se viven son
intolerables para la población que se ve sometida a la exclusión social y a la
consecuente situación de hambruna.
Así como el gobierno y los peronistas no pueden dejar de
escuchar la voz de las urnas, tampoco la izquierda puede hacerlo. Es hora de
que terminen con las pequeñas diferencias de aspiraciones personales para que
empiecen a pensar en grande. Ella debiera ser la alternativa para los que están
asqueados del modelo capitalista y que no aguantan más las condiciones de
indignidad al que nos ha arrastrado. Para ello es preciso que se alejen los
viejos "popes" tradicionales que representan a una parte de la
dirigencia política rechazada; que dejen lugar a nuevos dirigentes, sobre todo
más jóvenes, para emprender el camino de grandeza que podemos ofrecerle a
nuestro pueblo y que estamos capacitados para realizarlo.
LECTURA DE LAS ELECCIONES PARLAMENTARIAS:ARGENTINA 2001
Ángel Rodríguez Kauth
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