La anarquía y la unidad son una sola y misma cosa, no la unidad de lo
Uno, sino una más extraña unidad que sólo se reclama de lo múltiple.
Mil Mesetas
"La economía existe para servir al hombre.
Nos preocupamos de los bancos mientras la gente se muere de
hambre".
……….
"La novedad nos da siempre un poco de miedo, porque nos sentimos
más seguros si tenemos todo bajo control (...).
Y esto nos sucede también con Dios.
El papa añadió: "Tenemos miedo a que Dios nos lleve por caminos
nuevos, nos saque de nuestros horizontes con frecuencia limitados, cerrados,
egoístas, para abrirnos a los suyos".
"Preguntémonos -continuó-, ¿Estamos abiertos a las sorpresas de
Dios"?
¿O nos encerramos, con miedo, a la novedad del Espíritu Santo?.
¿Estamos decididos a recorrer los caminos nuevos que la novedad de Dios
nos presenta o nos atrincheramos en estructuras caducas, que han perdido la
capacidad de respuesta?".
La segunda idea es, explicó el papa Francisco, que el Espíritu Santo,
aparentemente, crea desorden en el Iglesia, porque produce diversidad de
carismas, de dones; sin embargo, bajo su acción, todo esto es una gran riqueza,
"porque el Espíritu Santo es el Espíritu de unidad, que no significa
uniformidad, sino reconducir todo a la armonía".
En la Iglesia, la armonía la hace el Espíritu Santo, dijo.
Sólo Él puede suscitar la diversidad, la pluralidad, la multiplicidad
y, al mismo tiempo, realizar la unidad, refirió.
Y advirtió: Cuando somos nosotros los que pretendemos la diversidad y
nos encerramos en nuestros particularismos, en nuestros exclusivismos,
"provocamos la división"; y añadió: Cuando somos nosotros los que
queremos construir la unidad con nuestros planes humanos, "terminamos por
imponer la uniformidad, la homologación".
Si, por el contrario -continuó-, "nos dejamos guiar por el
Espíritu, la riqueza, la variedad, la diversidad nunca provocan conflicto,
porque Él nos impulsa a vivir la variedad en la comunión de la Iglesia".
Por último, el papa recordó que los teólogos antiguos decían que el
alma es una especie de barca de vela; el Espíritu Santo es el viento que sopla
la vela para hacerla avanzar y la fuerza y el ímpetu del viento son los dones
del Espíritu.
Sin su fuerza, sin su gracia, no iríamos adelante, aseveró.
El Espíritu Santo -sostuvo- nos introduce en el misterio del Dios vivo,
"y nos salvaguarda del peligro de una Iglesia gnóstica y de una Iglesia
autorreferencial, cerrada en su recinto; nos impulsa a abrir las puertas para
salir, para anunciar y dar testimonio de la bondad del Evangelio, para
comunicar el gozo de la fe, del encuentro con Cristo".
El papa argentino señaló que lo que sucedió en Jerusalén hace casi dos
mil años no es un hecho lejano, es algo que llega hasta nosotros, que cada uno
de nosotros podemos experimentar.
"El Espíritu Santo nos muestra el horizonte y nos impulsa a las
periferias existenciales para anunciar la vida de Jesucristo.
Preguntémonos si tenemos la tendencia a cerrarnos en nosotros mismos,
en nuestro grupo, o si dejamos que el Espíritu Santo nos conduzca a la
misión", concluyó.
El nómada, con su máquina de guerra, se opone al déspota con su máquina
administrativa; la unidad nomádica extrínseca se opone a la unidad despótica
intrínseca.
Y, a pesar de todo, son fenómenos tan correlativos y compenetrados que
el problema del déspota será cómo integrar, cómo interiorizar la máquina de
guerra nómada, y el del nómada cómo inventar una administración del imperio
conquistado.
En el mismo punto en el que se confunden, no dejan de oponerse.
El discurso filosófico nació de la unidad imperial, a través de muchos
avatares, los mismos que conducen desde las formaciones imperiales hasta la
ciudad griega.
E incluso en la ciudad griega el discurso filosófico mantiene una
relación esencial con el déspota o con su sombra, con el imperialismo, con la
administración de las cosas y de las personas (se encuentran todo tipo de
pruebas de ello en el libro de Léo Strauss y Kojève sobre la tiranía) (e).
El discurso filosófico siempre ha permanecido en una relación esencial
con la ley, la institución y el contrato que constituyen el problema del
Soberano, y que atraviesan la historia sedentaria que va de las formaciones
despóticas hasta las democráticas.
El «significante» es en verdad el último avatar filosófico del déspota.
……………..
“Donde no hay Griego ni Judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro
ni Scytha, siervo ni libre; mas Cristo es el todo, y en todos”.
Col 3, 11 (TR1894 y RVA)
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Nuestra propuesta
desde el primer momento, a la vez un desafío, consiste en ofrecer a los
televidentes contenidos que le permitan acrecentar sus valores y atributos como
la verdad, la paz, la vida, la dignidad humana, el respeto, la solidaridad y la
honestidad entre otros.
Somos conscientes que
no es fácil el camino que hemos elegido transitar pero como Iglesia decidimos
tomar la iniciativa.
En nombre de quienes
llevamos adelante este emprendimiento comunicacional de la Arquidiócesis de
Buenos Aires quiero compartir con Ud. los trascendentales avances de los
últimos meses.
Esta iniciativa del
Arzobispado de Buenos Aires que surge en el 2005 cuando junto al Sr. Arzobispo
Cardenal Jorge Mario Bergoglio s.j., asumimos el desafío de poner al aire el
quinto canal abierto de Capital Federal como una propuesta integral a una nueva
manera de concebir la televisión.
Desde los inicios a
la fecha hemos superado diversas etapas: nuestro nacimiento como canal de aire
de Capital Federal y Gran Buenos Aires hasta ser en la actualidad un canal
satelital con presencia en mas de 5 millones de hogares de Argentina y
Latinoamérica, que transmite por Internet las 24 hs. a través de nuestra página
web.
Cobertura de Cable.
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