El Comando electoral
del Partido Demócrata, de Estados Unidos, contó en la última elección
presidencial con una Base de Datos de 175.000.000 de electores.
De la cual
es propietaria, literal y simbólicamente.
Los
Republicanos, en respuesta, están “construyendo” algo similar; su “supremacía” mediática,
fundamentada en “masivas” financiaciones, ha naufragado frente a las
transformaciones sociales y tecnológicas.
Mientras
tanto, Luis Miguel M, en su propio extravío; expone la inopia de quienes se
proponen como mentores y orientadores de las autodenominadas Clases Dirigentes.
No hace falta una “Rosetta”, o ser un Hari Seldon, para
decodificar las implicancias de la infidencia.
La sordidez de la tesitura expone las penurias argumentales,
se han convertido en los eunucos del serrallo, mientras los rústicos se
infiltran en Palacio.
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