Comenzó
como una “ampliación” de las Champions League y Eurocopa.
El 90% de
los jugadores de las selecciones nacionales son profesionales habituales de
esas competiciones.
Por lo
tanto, las clásicas diferencias en “preparación” física han caducado.
Y lo “táctico”
ha reducido la brecha a limites inimaginable hace un par de Mundiales.
La “exigencia”
de las Champions League y Eurocopa, por lo menos en los clubes top, no solo
cobran peaje “físico” en los jugadores de mayor enjundia futbolística.
Sino, también,
en la posibilidad de “desarrollar” estrategias ofensivas; que “quiebren” el
despliegue físico y táctico de los equipos “menores”.
Ni siquiera
el cholulismo natural de los jugadores por sus pares habilidosos, amortigua la “concentración
e intensidad feroz” durante los partidos.
Así
llegamos, con alargues y penales, a una especie Nacional B agento de súper
lujo; donde nadie da ventaja, jugándose “la vida” en cada quite y cada
pelotazo.
La Europa “renana”,
o carolingia; Alemania, Francia, Holanda y Bélgica; vs. el Frente
latinoamericano.
Colombia,
Pacifico; Argentina, Rio de la Plata; Brasil, ídem; y la no tan “sorprendente” Costa Rica por el Caribe.
Porque el campeonato
argentino de “segunda”, con sus equipos “mínimos”, en recursos financieros y
habilidades; ya obtuvo el “campanazo” del Atlético del Cholo.
Desafiando
el 10 a 1 presupuestario, no solo gano la liga española, y la Eurocopa el año
anterior; sino que lo tuvo a maltraer al “dispendioso” Real de Madrid.
Pero claro,
gracias a Dios, el Apotegma de Mostaza Merlo sigue vigente.
En un
programa donde lo entrevistaron Víctor Hugo y Perfumo, explico lo siguiente.
El, Mostaza”,
como tronco de antología; podía “frustrar” la habilidad del Beto Alonso 99 de
cada 100 jugadas en un encuentro.
Pero, ese
1% era suficiente para dar vuelta el partido.
Con los alargues
de 30 minutos, el agotamiento físico y mental, disminuía la “eficiencia” de los
“troncos” mucho más que la “precisión” de los “habilidosos”.
Incrementando
la posibilidad del “derrumbe” táctico en los ultimo 10 minutos.
Y la serie
de penales, más que del azar, dependía del
“agotamiento” de los pateadores.
Sea “mental”
o “físico”.
Ni Maradona
o Pele son capaces de “meterla”, si están con las piernas “acalambradas”.
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