lunes, 18 de mayo de 2015

Politólogos abstenerse, el peronismo es materia de la Sociología de Guerra.

“Muchachos, tienen que aprender de MI sindicato”.

Coronel Perón a los Gremialistas, Departamento de Trabajo 1943.





"Para que al oponente se someta a nuestra voluntad, debemos colocarlo en una tesitura más desventajosa que la que supone el sacrificio que le exigimos.

Las desventajas de tal posición no tendrán que ser naturalmente transitorias, o al menos no tendrán que parecerlo, pues de lo contrario el oponente tendería a esperar momentos más favorables y se mostraría remiso a rendirse."

Clausewitz sobre la “Aniquilación de la Voluntad de Lucha del Enemigo”








El peronismo funciona así, de modo vertical, y es ante todo una metodología de conquista y conservación del poder.

Ni Daniel Scioli ni Florencio Randazzo son estimados entre lo que se denomina kirchnerismo de paladar negro.

Ese cuestionamiento no interfiere en la valoración popular, que en su inmensa mayoría identifica a ambos con el gobierno nacional de manera positiva.

El universo K no supo, no pudo o no quiso construir un candidato que lo representara en forma más cabal.
…………

Lejos de ser sólo palabras, la inquietud opositora se traduce en acciones concretas que por ahora no dan resultado.

Mauricio Macri, quien quedó en soledad con aspiraciones reales, envió sus emisarios para forzar la bajada de Sergio Massa y no hubo arreglo de ninguna índole.

El intendente de Nordelta sabe que sus chances presidenciales acabaron, pero se esperanza en conservar unos cuantos votos bonaerenses que le auguren relanzarse en otra oportunidad con mejor horizonte.

En alguna medida tiene razón, aunque muchos comiencen a tildarlo de caprichoso, porque es un político muy joven con toda la carrera por delante.

Francisco de Narváez, también diputado nacional ausente y –caramba con la paradoja– uno de los responsables de la sangría en las filas de Massa, exigió una gran PASO opositora, siempre so pena de que en caso contrario ganará el kirchnerismo.

Pero en eso es Macri quien cierra el camino, mientras se preocupa por empezar a recorrer el conurbano para instalar una candidatura que no mueve el amperímetro y, por supuesto, consciente de que sin la provincia de Buenos Aires no hay Presidencia posible.

Las especulaciones andan a la orden del día y fatiga describirlas a todas, porque son internas de palacio y de la oposición situadas bastante por debajo de una porfía ideológica más profunda.

Lo que debería contar, en ese debate, es si el país no corre peligro de adoptar un giro conservador, ya no únicamente por el voto de derecha propiamente dicho sino a través de las inclinaciones del candidato oficialista.

Y cuánto de esto último puede ser evitado gracias a la fuerza, al piso, a la capacidad de imponer condiciones, al consenso que obtuvo y mantiene el kirchnerismo.



La oposición local, aliada al Frente Renovador que lidera el diputado Sergio Massa, ganó la intendencia de la capital de la provincia, lo que le dio un motivo válido para celebrar.

La diversidad en los resultados sugiere que en Salta, como en todo el país, hay un electorado atento, dispuesto a cortar boleta.

Se ignora qué dirán los que los tildan de borregos o rehenes: ¿cambian de pastor o de captor para elegir cada boleta?

Esa versatilidad obliga, ya que estamos, a no tentarse y extrapolar mecánicamente las tendencias para las PASO nacionales y las presidenciales.
…………..

El peronismo sigue primando: se alzó con la victoria en ocho de las nueve elecciones.

En 1991 el Partido Renovador consiguió la única excepción a la hegemonía.

La suma de las dos listas encabezadas por justicialistas de distinto pelaje se alzó ayer con más del ochenta por ciento del padrón.

Una cifra impactante para cualquier paraje pero para nada excepcional en Salta.



El instrumento de poder político del rey, el Ejército, está organizado, puede reunirse a cualquier hora del día o de la noche, funciona con una magnífica disciplina y se puede utilizar en el momento en que se desee; en cambio, el poder que descansa en la nación, señores, aunque sea, como lo es en realidad, infinitamente mayor, no está organizado: la voluntad de la nación, y sobre todo su grado de acometividad o de abatimiento, no siempre son fáciles de pulsar para quienes la forman: ante la inminencia de una acción, ninguno de los combatientes sabe cuántos se sumarán a él para darla.

Además, la nación carece de esos instrumentos del poder organizado, de esos fundamentos tan importantes de una Constitución, a que más arriba nos referíamos: los cañones.

Cierto es que los cañones se compran con dinero del pueblo: cierto también que se construyen y perfeccionan gracias a las ciencias que se desarrollan en el seno de la sociedad civil, gracias a la física, a la técnica, etc.

Ya el solo hecho de su existencia prueba, pues, cuán grande es el poder de la sociedad civil, hasta dónde han llegado los progresos de las ciencias, de las artes técnicas, los métodos de fabricación y el trabajo humano.

Pero aquí viene a cuento aquel verso de Virgilio:

Sic vos non vobis! ¡Tú, pueblo, los haces y los pagas, pero no para ti!

Como los cañones se fabrican siempre para el poder organizado y sólo para él, la nación sabe que esos artefactos, vivos testigos de todo lo que ella puede, se enfilarán sobre ella, indefectiblemente, en cuanto se quiera rebelar.

Estas razones son las que explican que un poder mucho menos fuerte, pero organizado, se sostenga a veces, muchas veces, años y años, sofocando el poder, mucho más fuerte, pero desorganizado, de la nación; hasta que ésta un día, a fuerza de ver cómo los asuntos nacionales se rigen y administran tercamente contra la voluntad y los intereses del país, se decide a alzar frente al poder organizado su supremacía desorganizada.

Hemos visto, señores, qué relación guardan entre sí las dos Constituciones de un país, esa Constitución real y efectiva, formada por la suma de factores reales y efectivos que rigen en la sociedad, y esa otra Constitución escrita, a la que, para distinguirla de la primera, daremos el nombre de la hoja de papel.


¿Qué es una Constitución?, Abril y Noviembre de 1862.







1 comentario:

Charlie Boyle dijo...

http://www.elmundo.es/espana/2015/05/17/5557a8a7ca4741132d8b4588.html