lunes, 19 de octubre de 2015

Todos los Negros o Republica; parábola social sobre la “superación”.



Criticados, hace ya un siglo, por no respetar las actitudes de los caballeros amateur.

Terminaron por imponer, en su implacable búsqueda de la supremacía, la incorporación de woking class y lumpenes en base al puro merito personal.

Los franceses primero, y los británicos después, debieron adaptarse o reducirse a la insignificancia.

Cuentan las malas lenguas que los sudafricanos abandonaron el apartheid para poder competir con ellos.

Los australianos, choznos de convictos, se bilardizaron sin sonrojarse; Botany Bay no era un lugar donde los prejuicios de clase pudieran medrar precisamente.

Solo resiste la aldea gala del tren de la costa, pero no se sabe hasta cuándo, las derrotas dignas en defensa de los valores cada vez tiene menos cultores.

Ya que en las gradas asecha el himno a capella. 


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