miércoles, 9 de diciembre de 2015

Canetti, Ostiguy y Chico Buarque de Hollanda; el pasado que atormenta al +ismo digital, y abruma al Patriciado argento.




“Creo que hay un choque muy importante en la Argentina entre el deseo de varios políticos de enfatizar la diferenciación izquierda-derecha (que es muy real), y la realidad electoral y sociopolítica a nivel “masa” (para usar categorías comunes en electoral behavior en las ciencias políticas), que está solidamente diferenciada en la otra dimensión, es decir culturalmente, peronismo y no peronismo, y más genéricamente (y para mí más exactamente) alto y bajo.

¡Ese choque es el drama de la política argentina desde hace ya más de seis décadas!

Este deseo siempre se topa con esa realidad.

Y a eso hay que añadirle los numerosos políticos que no tienen ningún deseo de transcender esa dicotomía, sea por pragmatismo de poder o sea por aversión, estilo, “valores”, o imagen de sí mismo.

………….

Pero también, siguiendo contestando de frente su pregunta, es “consolidación de nada” en el espacio político.

Pues el peronismo no necesita de los Kirchners para consolidarse como expresión de poder, ya que lo es de todas manera a nivel electoral, local e identidario.

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Sobre su otra pregunta, más fácil, los dos clivajes políticos existen fuertemente en la Argentina. 

Siempre insisto que el espacio político argentino es bi -dimensional.

Y lo es absolutamente, con las dos dimensiones perpendiculares una con la otra. 

(Eso no es el caso, por ejemplo, entre el eje económico y el eje cultural en EEUU, donde se observa un “ángulo agudo” entre ambos ejes, es decir, en donde un liberalismo cultural y lo que ellos llaman erróneamente un liberalismo económico se enfrentan a un conservadurismo económico y a un conservadurismo cultural.)

Esa perpendicularidad da más opciones de alianzas posibles en la Argentina.

Creo que dentro del no peronismo, los políticos e intelectuales se ven a sí mismos enteramente diferenciados por el eje izquierda-derecha, pero que a nivel sociocultural la diferencia entre lo alto y lo bajo en la Argentina es mucho más fuerte.

Esto se nota sociológicamente, por ejemplo, en las redes sociales y familiares.

La diferenciación entre alto y bajo es una clave fundamental de la realidad argentina, que va mucho mas allá del estilo -simple expresión de algo mas sociológico-.

De hecho, la Argentina se caracteriza por una clase media comparativamente culta y leída (en contraste, por ejemplo, con la de EEUU), o que lo aparenta, y por sectores populares que muchas veces no tuvieron acceso a eso y que tienen otra imagen de sí mismos”.





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