“Los Panzer, a
diferencia de quienes los usan, no tienen ideología”.
Guderain
Política o Comunicación.
Política o Anti
política.
Nueva política
o Vieja política.
Política u Organización.
Todos los “debates”,
que “estremecen” al Oficialismo, sobre las “estrategias” a seguir para el 2017/19
pueden resumirse en un concepto
denominado “voto fiel”.
Cuantos, de
quienes optaron en 2015 por Macri, Vidal y Cambiemos, están dispuestos a
votarlos en 2017.
Cuestión que
es mucho más relevante, a mediano plazo, que la “imagen positiva”, la “intención”,
o la más espectacular “anti”; como sucede en estos días en las presidenciales
de USA.
Veamos el
caso español donde se entrecruzan, además de Izquierdas-Derechas y Centralismos
–Periferias, lo “viejo-nuevo”.
Sean “construcciones”,
“identidades”, o “tecnologías”; incluyendo “territorios” literales, mediáticos
o “digitales”.
EL VOTANTE FIEL
De los sondeados que
reconoce que fueron a votar el 26J, el votante más fiel es el de Esquerra
Republicana de Cataluña, donde el 86,9% de sus fieles volverían a acudir a las
urnas el 18D.
El 84,1% de los
votantes del PNV volverían a depositar su voto en el mismo partido en
diciembre; el 76,9% de los votantes de EH Bildu; el 73,4% de los votantes de
Coalición Canaria.
De los cuatro partidos
con más representación parlamentaria, el que cuenta con más voto fiel es el PP.
Del 100% de los
encuestados conservadores que apostó el 26J por Mariano Rajoy, el 78,8%
volvería a votarlo.
En el caso de Unidos
Podemos, el porcentaje es del 73,2%.
Sin embargo, el
porcentaje se desploma en el PSOE, donde solo el 66% de los socialistas
entrevistados reconocen que volverían a votarles, pese a la crisis.
Ciudadanos solo
retendría el respaldo del 59,2% de los que le votaron en junio.
Un 14,7% de los
votantes socialistas aseguran que se abstendrían si hubiera elecciones.
Es el segundo
porcentaje más alto, tras PNV (15,9%).
Le sigue de cerca
Ciudadanos, que tendría entre sus votantes un 13,3% de abstención.
Solo el 4,6% de los
votantes conservadores dicen que se abstendrían en otras elecciones.
En el caso de Unidos
Podemos, el 6,8%.
La doble
paradoja de Populares y Podemitas, que se “mantienen” o “crecen”; los primeros
a pesar del “diluvio” de la Corrupción y el Ajuste; y los segundos que “contienen”
a “abstencionistas consuetudinarios”.
Es, en
cierta manera, el “dilema” de Marcos Peña y sus huestes.
La “saturación
mediática” SOBRE la corrupción ha dejado “piel y huesos” al PP…, con unos “robustos”
8.000.000 de sufragios.
Mientras que
Unidos Podemos y “confluencias”, 44 partidos, a pesar de “perder” 1.000.000 de
sufragios, logro 5.000.000.
Una “proeza”
que llevo a los “analistas y consultores” a pasar de “debatir” si se “desinflaban”,
a si ese “guarismo” es un “techo” o un “piso” electoral.
Mas viendo
como se “desflecan” el PSOE y Ciudadanos; este ultimo en PRO peninsular.
Aunque los
clivajes de España, etarios, y Argentina, de “clase”; son diferentes.
La JGM de
nuestro país sigue con avidez los actuales “cuestiones en disputa” de la calle
Princesa; a diferencia del “ala más tradicional” de Cambiemos, mas “cercana” al
Ferraz en “crisis”.
Tal cual lo
expreso con “mesura” Eduardo Fidanza el último sábado; o con “exaltación” Eduardo
Feinmann en Animales sueltos.
Ya que los “votos”
de 2015 de Cambiemos han sido, históricamente, mas “volátiles”, “volubles” y “abstencionistas”
que los del peronismo.
Ver no solo
1983 y 1999, sino también 2001 y 2013.
Y, sin el
inestimable “auxilio” de las PASO, hubiera sido “complicado” lograr “por si
mismos” la victoria del balotaje.
Resumiendo,
el primer obstáculo para Balcarce 50 es la “abstención-blanco-nulo”-
El segundo,
y no por ello menor, es el “trasvase” de listas.
Y por último,
que no depende de la “Cajas”, es donde decidan votar los peronistas que “asumen”
el “sesgo plutocrático” del Oficialismo.
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