En aras de la simplicidad, podemos
entender a los sectores populares como el conjunto de los trabajadores
manuales calificados y no calificados que forman el 53% de la población y
que en general se encuentran en los primeros cinco deciles de ingresos.
En una población económicamente activa (PEA) urbana de 15.000.000 de
personas tenemos subconjuntos amplios y diferentes entre sí, como el de
las empleadas domésticas (1.168.000), los empleos manufactureros (poco
más de 2.000.000), los empleados de la construcción (1.500.000) y el
importante grupo de los empleados de comercio (3.000.000).
La dinámica social de estos sectores es
la de la fragilidad, aun en contextos de recuperación como los que se
dieron a partir de las políticas públicas impulsadas por el kirchnerismo
y por la suba de precios de las exportaciones argentinas.
Si llevó diez
años de políticas de ingresos relativamente orientadas a favor de los
sectores populares recuperar una participación del salario en el
Producto Interno Bruto (PIB) como la de un año no tan bueno como 1998,
con una medición que en ese entonces, y en la actualidad, compensaba la
pérdida de la movilidad social ascendente en términos de educación,
trabajo y patrimonio con el paliativo del poder de consumo, es decir,
una medición que ponderaba como mejoría algo que más bien parecía un
empeoramiento histórico que la memoria popular no dejaba de registrar al
menos en parte, bastó una devaluación para que esa participación
volviera a descender.
Esa fragilidad que erosiona desde hace décadas el
perfil social erigido durante el primer peronismo se traduce en oleadas
de pérdidas que supimos conseguir y se asienta en altísimos niveles de
pobreza y desempleo estructural.
A esa sociedad que acumula más daños
que beneficios, pero también las más diversas tradiciones de contienda,
le hablan el gobierno y el peronismo en sus más diversas versiones.
Candidato a presidente Candidato a viceresidente |
Partido o alianza | Voto popular | Porcentaje | Voto electoral |
---|---|---|---|---|
Carlos Menem Eduardo Duhalde |
Frente Justicialista de Unidad Popular
|
7.954.191 | 47,49 | 312 |
Eduardo Angeloz Juan Manuel Casella |
Unión Cívica Radical | 6.202.163 | 37,03 | 234 |
Álvaro Alsogaray Alberto Natale |
Alianza de Centro
|
1.093.398 | 6,53 | 28 |
José Corzo Gómez Federico Houssay |
Blanco de los Jubilados | 315.600 | 1,88 | 7 |
Antonio Domingo Bussi Antonio Álvarez |
Fuerza Republicana | 185.036 | 1,10 | 7 |
Néstor Vicente Luis Zamora |
Alianza Izquierda Unida
|
409.250 | 2,44 | 1 |
En la memoria, los hechos de 1989
Marcaron el final del gobierno del radical Raúl Alfonsín
Los saqueos de la memoria colectiva: 1989
20 de Diciembre de 2001 | 00:00
Los mismos fueron causados por la rampante hiperinflación y la carestía de comida.
Los primeros disturbios comenzaron en Rosario -la tercera ciudad más grande del país tras el Gran Buenos Aires y el Gran Córdoba- cuando varias personas comenzaron demandar que algunos supermercados repartiesen comida gratuitamente.
No obstante, rápidamente se extendieron hacia otras ciudades, incluyendo el propio GBA.
El gobierno argentino estableció el estado de emergencia, más de 40 personas fueron arrestadas y por lo menos 14 murieron (20 según informes extraoficiales).
Finalmente, el entonces presidente radical Alfonsín renunció de forma anticipada y el entonces mandatario electo Carlos Saúl Menem asumió su cargo el 8 de julio de 1989, unos cinco meses antes de la fecha que le correspondía hacerlo (la cual estaba originalmente pautada recién para el 10 de diciembre).
https://es.wikipedia.org/wiki/Disturbios_de_Argentina_de_1989
Una geografa haciendo ciencia, en el Conurbano, en los tiempos del AlfonCinismo
http://www.apuntescecyp.com.ar/index.php/apuntes/article/viewFile/307/275
Los saqueos y las ollas populares de 1989 en el Gran Buenos Aires.
Pasado y presente de una experiencia formativa
María Rosa Neufeld y María Cristina Cravino
Universidad Nacional de General Sarmiento, San Miguel y Universidad de Buenos Aires, República Argentina
Rev. Antropol. vol.44 no.2 São Paulo 2001
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