¿Están tan
hechos percha?, que plantean directamente suplantar a Macri por Lavagna.
¿Y la
tercera vía superadora de la grieta?
Los “desencantados”
con Cambiemos, mas que votar por una “nueva ilusión”, parece que “prefieren” la
“abstención revolucionaria” o el “voto en blanco”; segun los "focus" y encuestas "cualitativas"
Simplificando,
“que se vayan todos”, aunque eso signifique “que vuelvan The Usual Suspects”
Como dije
en otro post, ahí están los Anti Macristas del segundo cero, mas allá de quien encabece
la formula presidencial.
Siempre y
cuando, por lo menos discursivamente, abjuren de los “principios y praxis” del
ABC1 sociológico argento.
No se trata
de un Cisne negro, a diferencia de la nube de pedos en la que conviven las
elites argentas, en ultramar lo supieron
luego de la Derrota
pirrica de las elecciones de 2017.
El supuesto
“desbande”, esperado por expertos y analistas, se convirtió en un “repliegue”
de contraofensiva; como lo plateo Walsh en 1977.
Ya en Mayo
del año pasado se publicaba en español en el Atlántico Norte:
“¿Puede un
partido derrotado en todos los frentes hace tan solo tres años, intervenido
judicialmente, que ha perdido buena parte de su base territorial, con una
militancia deprimida, con sus cuadros políticos supervivientes atrincherados y
-sobre todo- sin un candidato viable, ser una opción seria para presentar
batalla a la mejor máquina de marketing electoral latinoamericana?
Pues miren,
si el país no fuese Argentina y el partido no fuese el Partido Justicialista,
fundado por Juan Domingo Perón, la respuesta sería un "NO" con
mayúsculas, pero con el peronismo, todo es posible.
……
Han pasado
tres años desde esa victoria y, tras un periodo de desconcierto, parece que el
peronismo - especialmente en la provincia de Buenos Aires- comienza a desperezarse,
recuperar su autoestima y transitar por territorios políticos y
comunicacionales que sirvan para acercarles de nuevo a una emergente ciudadanía
joven y urbana que, según la mayoría las encuestas, se aleja cada vez más del
actual gobierno”.
Regreso,
Also sprach Zarathustra. Ein Buch für Alle und Keinen
Cuando se investiga el modo en que
las comunidades primitivas segmentarias han sido sustituidas por otras
formaciones de soberanía, cuestión que Nietzsche plantea en la segunda
disertación de La genealogía, vemos que se producen dos fenómenos estrictamente
correlativos, pero del todo diferentes.
Es verdad que, en el centro, las
comunidades rurales quedan atrapadas y regladas en la máquina burocrática del
déspota, con sus escribas, sus sacerdotes, sus funcionarios; pero, en la
periferia, las comunidades emprenden una especie de aventura, con otra clase de
unidad, nomádica en este caso, en una máquina de guerra nómada, y se
descodifican en lugar de dejarse sobrecodificar.
Hay grupos enteros que se escapan,
que se nomadizan: no como si retornasen a un estadio anterior, sino como si
emprendiesen una aventura que afecta a los grupos sedentarios, la llamada del
exterior, el movimiento.
El nómada, con su máquina de
guerra, se opone al déspota con su máquina administrativa; la unidad nomádica
extrínseca se opone a la unidad despótica intrínseca.
Y, a pesar de todo, son fenómenos
tan correlativos y compenetrados que el problema del déspota será cómo
integrar, cómo interiorizar la máquina de guerra nómada, y el del nómada cómo
inventar una administración del imperio conquistado.
En el mismo punto en el que se
confunden, no dejan de oponerse.
El discurso filosófico nació de la
unidad imperial, a través de muchos avatares, los mismos que conducen desde
las formaciones imperiales hasta la ciudad griega.
E incluso en la ciudad griega el
discurso filosófico mantiene una relación esencial con el déspota o con su
sombra, con el imperialismo, con la administración de las cosas y de las
personas (se encuentran todo tipo de pruebas de ello en el libro de Léo Strauss
y Kojève sobre la tiranía) (e).
El discurso filosófico siempre ha
permanecido en una relación esencial con la ley, la institución y el contrato
que constituyen el problema del Soberano, y que atraviesan la historia
sedentaria que va de las formaciones despóticas hasta las democráticas.
El «significante» es en verdad el
último avatar filosófico del déspota.
Si Nietzsche se separa de la
filosofía es quizá porque es el primero que concibe otro tipo de discurso a
modo de contra- filosofía.
Es decir, un discurso ante todo
nómada, cuyos enunciados no serían productos de una máquina racional
administrativa, con los filósofos como burócratas de la razón pura, sino de
una máquina de guerra móvil.
Acaso sea éste el sentido en
el que Nietzsche anuncia que con él comienza una nueva política (lo que
Klossowski ha llamado el complot contra la propia clase).
Sabemos bien que, en nuestros
regímenes, los nómadas no tienen cabida: no se escatiman medios para
regularlos, y apenas consiguen sobrevivir.
Nietzsche vivió como uno de
esos nómadas reducidos a no ser más que su sombra, de pensión en pensión.
Pero, por otra parte, el nómada no
es necesariamente alguien que se mueve: hay viajes inmóviles, viajes en
intensidad, y hasta históricamente los nómadas no se mueven como emigrantes
sino que son, al revés, los que no se mueven, los que se nomadizan para
quedarse en el mismo sitio y escapar a los códigos.
Sabemos que el problema
revolucionario, hoy, consiste en hallar una unidad de las luchas puntuales que no
reconstruya la organización despótica o burocrática del partido o del aparato
de Estado: una máquina de guerra que no remitiría a un aparato de Estado, una
unidad nomádica en relación con el Afuera, que no se sometería a la unidad
despótica interna.
Esto es quizá lo mas profundo de
Nietzsche, la medida de su ruptura con la filosofía tal y como aparece en el
aforismo: haber hecho del pensamiento una máquina de guerra, una potencia
nómada.
E incluso aunque el viaje sea
inmóvil, aunque se haga sin moverse del lugar, aunque sea imperceptible,
inesperado, subterráneo, hemos de preguntar: ¿quiénes son hoy los nómadas?
Maquina de
Guerra Nomádica y Maquina Administrativa Despótica; ¿Peronismo = Ronald Reagan
(CVN 76)?
Si todo lo
anterior les cae indigerible, por la razón que sea, “Argentina: del
bipartidismo a la «democracia peronista»” de MECasullo.
Que explica
los parrafos sobre la “oposición” entre Republica y Peronismo.
El nómada, con su máquina de guerra, se
opone al déspota con su máquina administrativa; la unidad nomádica extrínseca
se opone a la unidad despótica intrínseca.
Y, a pesar de todo, son fenómenos
tan correlativos y compenetrados que el problema del déspota será cómo
integrar, cómo interiorizar la máquina de guerra nómada, y el del nómada cómo
inventar una administración del imperio conquistado.
En el mismo punto en el que se
confunden, no dejan de oponerse.
El discurso filosófico nació de la
unidad imperial, a través de muchos avatares, los mismos que conducen desde
las formaciones imperiales hasta la ciudad griega.
E incluso en la ciudad griega el
discurso filosófico mantiene una relación esencial con el déspota o con su
sombra, con el imperialismo, con la administración de las cosas y de las
personas (se encuentran todo tipo de pruebas de ello en el libro de Léo Strauss
y Kojève sobre la tiranía) (e).
El discurso filosófico siempre ha
permanecido en una relación esencial con la ley, la institución y el contrato
que constituyen el problema del Soberano, y que atraviesan la historia
sedentaria que va de las formaciones despóticas hasta las democráticas.
El «significante» es en verdad el
último avatar filosófico del déspota.
Volviendo a
MEC
Pero cuidado, porque
todo esto crea también dos desventajas.
La primera es la
turbulenta vida interna del peronismo, un movimiento siempre a punto de caer en
el faccionalismo (por suerte, parece haber aprendido desde 1983 hasta aquí a no
procesar sus conflictos internos mediante la violencia como ocurriera en los
años 70).
La segunda
es el ser excesivamente sensible a las demandas sociales y a los climas de
época: como dice Puciarelli en la entrevista antes citada, «la capacidad de
procesar demandas del peronismo es su mayor elogio y su condena».
Así, el
peronismo será el más neoliberal de los neoliberales o el más estatista de los
estatistas, según sienta que «se lo pide» la sociedad.
Lo “novedoso”,
pero no tanto desde los tiempos de Lanusse y Videla; es que el Establishment nativo,
porque el “externo” ya tiene atado y bien atado el paquete, “ruega” que no los “dejen
afuera”.
En las “conversaciones”
con los Poderes Financieros y Políticos de la Globalización, desde ya.
Pagni
corriendo por “izquierda” a Ignacio Fidanza
Porque,
como lo señala en su nota el Columnista de “La Tribuna de Doctrina
(Liberal Conservadora)”; “brotan debajo de las piedras” los “aspirantes sub. 50 y sub. 40” a “Clase Dirigente”, y no solo en Córdoba.
Toynbee básico
en la bolilla de Proletariado interno y Minorías Creativas.
En fin, del “Plan
V” y hasta el “Plan Horacio”, terminan como plateo el “vendedor puerta a
puerta” del Conurbano Sur.
El bumerang
circular que siempre les vuelve.
Si llaman a La Doctora es «el pálido
final».
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