sábado, 31 de agosto de 2019

Estado de Situación para los Compañeros: Perotti y Michal Kalecki; sobre la irreductibilidad del peronismo, aunque sea de Derechas, ante el Mercado.



“Las redes sociales son “cloacas inofensivas”, el problema esta en los Blogs “iracundos””.

Traducción libre de lo que le expreso Larry Fink a Prat-Gay, en “The dirty job is mostly done” de Artepolítica 29/06/2016


Escriba, Nicolás Tereschuk; no solo aporto a la citado mas arriba junto a TomiOlava, Tomás Aguerre, ambos miembros por pleno derecho de la peronosfera en sus tiempos de oro.

Sino también “produjo” un clásico sobre Kalecki en NOVIEMBRE 12, 2006

Que yo resumí en el siguiente comentario

Anónimo dijo...

1/"el despido dejaría de jugar su rol como medida disciplinaria.

La posición social del jefe sería socavada y la autoconfianza y la conciencia de clase de la clase obrera crecería"

2/"la 'línea de disciplina en las fábricas' y la 'estabilidad política' son más apreciadas por los líderes empresariales que las ganancias"

Directo a la yugular
Un abrazo
manolo

Y enlaza con la linea roja planteada por el Gobernador electo de Santa Fe.

Para Perotti, el armado de la estrategia en Santa Fe fue un adelanto de lo que el peronismo intenta hacer a nivel nacional, uniendo a todos los sectores internos y ampliando el radar al panperonismo.

Desde las filas del kirchnerismo, le hicieron saber la noche del comicio que, ahora, hay que ganarle a Mauricio Macri.

Los cantitos durante los festejos obligaron al propio Perotti a hacer un paso de baile con el “vamos a volver” que cantaban los militantes kirchneristas.

En algún momento, alguien le gritó que “el límite es Cambiemos” y el rafaelino dijo “el límite es el hambre”.



El de la foto es Michal Kalecki, de quien se dice que inventó casi todo lo que el amigo J. M. Keynes puso sobre la mesa después. Sin embargo, como lo hizo en polaco, quedó por ahí rumiando bronca, como una especie de looser de la teoría económica.

Más allá de eso, lo que importa aquí y ahora (Argentina, año verde de nuestro Señor), es lo que escribió en su impresionante "Political Aspects of Full Employment" (1943) (sólo conozco la versión en inglés en Kalecki, M (1971),
Selected Essays on the Dynamics of the Capitalist Economy 1933-1970, Cambridge University Press). Veamos algunos fragmentos, en mi traducción más o menos correcta:

Kalecki señala en el artículo que las grandes empresas se oponen a las acciones del gobierno destinadas a incrementar el empleo mediante el gasto, a pesar de que, en última instancia, el pleno empleo las beneficiaría.

"Las razones para la oposición de los 'líderes industriales' al pleno empleo logrado mediante el gasto del Gobierno puede ser subdividida en tres categorías: i) el disgusto de la interferencia del gobierno en el problema del empleo como tal; ii) el disgusto sobre la direccionalidad del gasto del gobierno (inversión pública y subsidio al consumo); iii) el disgusto de los cambios sociales y políticos resultantes del 
sostenimiento del pleno empleo".

Y luego explica:

"Cualquier ensanchamiento de la actividad del Estado es vista con suspicacia por el empresariado, pero la creación de empleo por medio del gasto del gobierno conlleva un aspecto especial que hace que la oposición sea especialmente intensa. Bajo un sistema de laisser-faire, el nivel de empleo depende en buena medida del así llamado "estado de confianza'. Si este se deteriora, la inversión privada declina, lo que resulta en una caída del producto y el empleo (...) Esto les da a los capitalistas un poderoso control indirecto sobre la política del gobierno: cualquier cosa que sacuda el estado de confianza debe ser cuidadosament eevitado porque podría causar una crisis".

Luego señala que los capitalistas se oponen a la inversión pública por temor a que ella interfiera en sectores en los que se desarrolla la inversión privada.
Y que se oponen al subsidio al consumo por algo muy simple: "los basamentos de la ética capitalista requiere que 'ganarás el pan con el sudor de tu frente'".

Finalmente, indica que las grandes empresas se oponen al sostenimiento del pleno empleo porque
"el despido dejaría de jugar su rol como medida disciplinaria. La posicióni social del jefe sería socavada y la autoconfianza y la conciencia de clase de la clase obrera crecería". A pesar de que el pleno empleo y los altos salarios podrían ser beneficioso para los empresarios, ellos se opondrán porque "la 'línea de disciplina en las fábricas' y la 'estabilidad política' son más apreciadas por los líderes empresariales que las ganancias". Y luego, a toda orquesta, indica: "su instinto de clase les dice que un pleno empleo duradero es inadecuado desde su punto de vista y que el desempleo es una parte integral del sistema capitalista normal".

Bien, según pronósticos de algunos observadores, cientistas sociales y funcionarios, de seguir la cosa como hasta ahora en Argentina, el desempleo llegará a un dígito pronto y los menos de cinco puntos de desempleo (técnicamente pleno empleo) no estarán tan lejos. Claro que habrá trabajadores pobres y un 'núcleo duro' difícil de integrar en la sociedad tal como la conocemos, pero será pleno empleo al fin. Así que, amigos, prepárense con sus Kaleckis en mano y a aguantar la que se viene.

Mide: Paso, paso, paso, se viene el Kaleckazo


Siguiendo a Adam Smith, en su capitulo sobre los salarios, la “subsistencia en riesgo” (literalmente el riesgo del Hambre y su Indignidad implícita) es la base fundamental que “garantiza” la apropiación de la Plusvalía Social.

Incluyendo, desde ya, la Plusvalía “generada” por el Estado vía los ingresos fiscales y su “aplicación”.

PD, Es la blogosfera, y no las “redes sociales”, boludos. ;-() 

1 comentario:

Santiago dijo...

Es por la misma razón que en otro post del mismo escriba caracterizaba al último kirchnerismo por una disputa real: obliga a los empresarios a tener que acercarse a hablar con el gobierno (y toda la ingeniería de comunicación y circulación de información entre autoridades políticas y directivos corporativos que eso implica) para definir sus estrategias de inversión.
El dogma, y la práctica corporativa, se puede resumir en una afirmación: las organizaciones lucrativas monopolizan el capital y deciden qué se produce y cuánto. Para decidir eso es que desarrollan sus sistemas gerenciales. Un sistema complejísimo de profesiones en permanente desarrollo, para monitorear con metodologías y técnicas a su vez en parmanente evolución, los resultados agregados del cúmulo de esas decisiones estratégicas de las organizaciones. Toda una parte de la producción social está destinada a, literalmente, VER el proceso de la producción social. Eso, el hecho de que la producción necesite verse en el monitor, a ver cómo es que va "haciendo salir" todo tipo de productos -output que llega al monitor traducido de la vibración de la actividad real a la visualización de un indicador-, el hecho de que lo que vaya a producirse y en qué cantidad se va definiendo a medida que se interpretan todas esas señales, eso es lo que se llama sistema de mercado.
Es directo el conflicto cuando el Estado -la autoridad política ejercida por dirigentes surgidos por procesos de selección representativos de la estructura social- actúa corporativamente en cuanto a usar sus recursos como capital, pero totalmente de otra manera para definir en qué lo usa. Esa 'interferencia' en SU prerrogativa básica y constitutiva de su razón de ser, los liquida. En el extremo, un sistema decisorio centralmente planificado con democracia representativa, también necesitaría de una gran capa profesional para articular y manejar las actividades productivas, con habilidades similares en cuanto a lo "blando" que las surgidas del mercado, pero con diferencias en cuanto a cómo se define qué producir y cuánto -una mezcla de planificación estratégica y testeo electoral.
Toda la escala que va desde que el Estado subsidia cierta producción, o más 'agresivo' aún decide producirla, hasta que tiene el control de toda la producción, es una escala de la prescindencia e inutilidad creciente de toda la clase propietaria, y también obviamente de los trabajadores con todas esas habilidades productivas de 'segundo grado' (disciplinas para la interpetación y lectura de la producción que llevan más de 5 grados educativos, y circulación por instituciones donde se incorporan prácticas que no pueden sustituirse, por ahora, por rutinas programables en código) habilidades socialmente costosísimas de formar -formación contínua.

Eso lo van a pelear a muerte, los deja afuera.
Después, para qué carajo seguir acumulando, en qué, por qué no hacer otra cosa mejor con la energía colectiva, sería la mejor "decisión" colectiva que valdría la pena discutir, pero es otro tema