viernes, 11 de octubre de 2019

Abe Mendieta Vitale, Alberto en el PJ, “modestamente”



Para festejar hay que compartir, sino no tiene ni sentido ni disfrute.

Además no se puede hacer con cualquiera, tiene que ser con alguien que conoce la cuestión “desde que era naranjo”; como decía el Cura Brochero.

Y Mendieta, que para mí siempre será Mendieta el Diógenes canino de Fontanarrosa, nos conocemos desde el 2006; cuando un grupo de Compañeros nos lanzamos al asalto del sentido común  digital.

Con la Peronosfera, generando y produciendo Doctrina, contra el Duopolio Mediático y la Intelligensia nativa.

Ejerciendo la parresia cínica que tan bien describió Michel Foucault.

“…rastreó en la literatura y la filosofía grecorromanas una función, la “parresía”, y una posición del sujeto, el “parresiastés”, caracterizadas por “una relación específica con la verdad a través de la franqueza”, cuyo efecto es la crítica y la autocrítica, y cuyo costo es el peligro”.

Que Alberto Fernández expresara públicamente, como sentido común de la Militancia y la Dirigencia, conceptos que “defendíamos corriendo riesgos” los últimos 14 años; es literalmente un orgasmo intelectual.

Y que lo DIFUNDA la Tribuna de Doctrina, Estado Mayor Intelectual  de la Hegemonía Oligárquica; suma otro orgasmo, pero este emocional.

Discurso completo de Alberto Fernández en la sede del Partido Justicialista
LA NACION

Verbigracia para los sub. 40, Vittorio Gassman en “Il sorpasso”, de la imagen superior

Por si fuera poco, en el Atlantico Norte, publican cuestiones citando a amigos y Compañeros; sobre el “peronismo adaptativo”.

Usted es (un poco) peronista y no lo sabe: por qué el legado de Perón se resiste a morir

El peronismo permite ser lo que se quiera mientras se sea peronista. 

Por eso hay peronistas liberales, peronistas de izquierda, peronistas socialdemócratas

De la Maquina de Guerra Nomadica adversando a la Maquina Administrativa Despotica de Gilles Deleuze, Mil mesetas, a “Masse und Macht” de Canetti y “Human Behavior, Institutions, and Social Systems” del Santa Fe Institute.

La anarquía y la unidad son una sola y misma cosa, no la unidad de lo Uno, sino una más extraña unidad que sólo se reclama de lo múltiple.


“Aprendo à Evoluciono à Resuelvo exitosamente Desafios à Sobrevivo = Sistema Adaptativo Complejo”





En fin estimado Compañero Mendieta, mis disculpas por el abuso de confianza, y para compensar un video para expresar poéticamente en portugues lo que es el peronismo



4 comentarios:

Norberto dijo...

Porque Alberto tiene mucho del peronismo fundacional, ¿o no estimado y admirado blogger?
Stop Fly pasajeros Bondi Arbus para pasajeros y equipajes de la lowcost
Nunca menos y abrazos

oti dijo...

Los datos que tenemos sobre la intervención de la RF en el mercado REPO, anuncian algo que ya venía sintiéndose. El futuro gobierno de Alberto deberá estar preparado para las consecuencias del desastre global venidero (aún peor), tanto en el escenario de guerra, como en el escenario optimista de solución global al desastre.

Nada en la historia sucede de un día para el otro, en rigor todo sucede todos los días. Todos los días hacemos el futuro, aunque no nos demos cuenta. En el sistema financiero mundial están pasando cosas terribles que indican que estamos cerca del final de un ciclo de largo plazo. Ese final puede ser la evolución de la "guerra mundial en cuotas" (como decía el Papa Francisco) al pago de un saque de todas las cuotas juntas que faltan.

A mi me da la impresión que, en la disyuntivas que planteará ese escenario, al futuro Presidente argentino lo pueden llegar a embaucar, si es que no logra una comprensión lo más acabada posible de las contradicciones reales en el mundo que poco tienen que ver con lo que cierta literatura académica describe como lucha entre grandes potencias (que la hay), pero ese énfasis dificulta la comprensión de factores más significativos que ése.

El drama actual de los asuntos mundiales se centra en la lucha de D. Trump por poder construir un Estado y gobierno soberano en su país y las repercusiones que tiene eso a nivel mundial. Esto significa contradicciones terribles de Trump con la plutocracia globalista que gobierna un Imperio, no un país en particular. ¿Por qué es tan importante lo que pasa en USA? Porque allí está el “complejo militar-industrial”, el poder de fuego y disuasión más grande del mundo, que depende en lo formal de un gobierno y de un Estado pero, como decía Eisenhower, en lo real depende de poderes que van mucho más allá de eso.

Esa plutocracia, entendida como gobierno de combinaciones oligárquicas globales (a predominio de origen angloamericano), a medida que su criatura se desintegra (sistema monetario y financiero mundial), intensifica la geopolítica de guerra contra Rusia y China, en distintos escenarios, que van rotando a diferentes velocidades: Afganistán, Siria, Libia, Ucrania, Corea del Norte, Venezuela, ahora Irán, luego podrá volver a ser Venezuela, etc., etc. Es una geopolítica muy bien calificada por primera vez en la historia por un Presidente de USA como “guerra permanente o perpetua”. Necesitan el pretexto para desatar el infierno. Los asesores y voceros de dicha plutocracia creen (o simulan creer) que el infierno no se va a desatar si el contrincante cede y se rinde antes de llegar al punto de no retorno.

Esa geopolítica, en su forma más acabada, es un proceso que data desde lo de las Torres Gemelas y el Pentágono hace casi 20 años, impulsado por Bush Jr. y Obama a lo largo de 16 años en sus respectivos mandatos.

Pero, luego, como no podía ser de otra manera, en un sistema global que privilegia la especulación, vino el deterioro de la situación económica y social causada por la crisis financiera del 2007/8 (Lehman, etc.).

La combinación funesta entre la mala situación económica de las clases populares blancas y negras empobrecidas en USA, por un lado, y la geopolítica de la guerra, por el otro, causó una revuelta contra la globalización, siendo Trump el único capaz de ver eso y el único en querer encaramarse sobre eso para llegar a la cima, aún a costa de soportar la difamación, la estigmatización y la omnipresente oposición que los payasos del circo de la plutocracia le hacían permanentemente aún dentro de su propio partido. Y lo logró con un triunfo electoral notable en la inmensa mayoría de los Estados pobres del interior de USA.

Sigo en próximo comentario.

oti dijo...

Es así que, cuando los integrantes de esa plutocracia global se dieron cuenta, desde muy temprano, que Trump luchaba por la candidatura en el partido Republicano con la agenda que él tenía, empezó una operatoria, primero, para evitar que fuera candidato y, luego, para evitar que termine su mandato. Y, ahora, con los preparativos del juicio político, quieren evitar que pueda reelegirse.

Con el apoyo del gobierno de aquel entonces (Obama), el Partido Demócrata (H. Clinton) y una parte del Partido Republicano, se instrumentó al Depto. de Justicia, al FBI y a grandes corporaciones mediáticas (cualquier parecido con nuestro Bonadío/Stornelli-D’ Alessio/TN-Grupo Clarín, no es pura coincidencia, la única diferencia es que aquí se hizo para evitar que vuelva una ex presidenta y allá para evitar que asuma o destituirlo una vez que asumió o impedir que se reelija una vez que termina su mandato) para poder cumplir con esos abominables objetivos.

El resultado de esa lucha entre los aparatos que encarnan la voluntad de la plutocracia y la voluntad de las clases populares lideradas por Trump es como un empate que todavía no se sabe para qué lado caerá el veredicto. Todavía siguen los rounds y, parece, no encontrarse un nro. límite de rounds, se agregan rounds nuevos. Puede suceder como en Rocky, que los contrincantes queden tan exhaustos que el primero que se levante es el ganador. O puede suceder que, antes del agotamiento, uno se imponga sobre el otro.

Ahora bien, ante semejante batalla, ¿qué tiene que hacer la política exterior de Argentina?.

Sigo con comentario anterior y termino.

oti dijo...

Primero que nada, los que vayan a manejar la política exterior de Argentina tienen que conocer un poco de la política interna en USA. Y lo tienen que conocer de fuentes directas. Entender la política dentro de USA leyendo al NyT o atendiendo a lo que dice CNN, etc., es como entender al peronismo y la política argentina leyendo algún diario progre o Clarín, la Nación y viendo a Majul. Es exactamente lo mismo. Así como nosotros no somos crédulos de los medios hegemónicos locales, tampoco podemos serlo de las corporaciones mediáticas globales.

Así que, desde ahora mismo, antes de asumir Alberto, hay que buscar la forma de acceder a la política interna de USA prescindiendo de la mediación e interpretación de los medios hegemónicos en ese país. Si no se hace así, vamos a tener un diagnóstico totalmente distorsionado de la situación.

Una vez en el gobierno, la cancillería argentina tiene que tomar como modelo el tipo de diálogo que existe entre Trump y el Presidente Andrés Manuel López Obrador de México. AMLO es un patriota mexicano que lucha por la soberanía de su país, implementa políticas sociales extraordinarias (parecidas a las que implementó CFK en su momento) y es respetado por Trump, teniendo un diálogo muy bueno entre ambos mandatarios.

Por lo tanto, la reunión de Alberto con AMLO es imprescindible. Alberto tiene que elegir muy bien las personas que lo vayan a acompañar.

Lo que hay que decirle a Trump es que los peronistas y el frente de todos suscriben mucho de lo que dijo él en la ONU en relación a la soberanía, no entendida como nacionalismo y rivalidad sino como nacionalismo popular y cooperación internacional. Y que los enemigos del peronismo son personeros de los mismos globalistas que se oponen a él en su propio país.

También hay que decirle que somos proteccionistas, cuidamos el trabajo nacional igual que lo hace él en su país y queremos que la economía sea sinónimo de producción e infraestructura y no especulación financiera.

También hay que decirle que tenemos mano de obra, científicos e ingenieros muy calificados que pueden ayudar con la NASA para el renacimiento de la exploración espacial que Trump propone, y que nosotros necesitamos continuar con el Arsat y aumentar la fuentes de energía nuclear.

No hay que ir con demandas del tipo “abran los mercados a los productos agrícolas argentinos”. Eso no va a suceder. El librecambio es la agenda globalista. Nosotros queremos desarrollar la industria y la infraestructura en nuestro país, no venderle limones a USA, Trump también quiere desarrollar eso en el suyo. Hay que hablar de qué manera nos podemos complementar y colaborar para esos objetivos.

Debemos atravesar, de una vez por todas, la burbuja informativa internacional que baja la línea de un Imperio no de una Nación soberana.

Nuestros amigos son los que luchan por la soberanía estén donde estén.

No va a ser fácil, va a ser difícil. Pero si no se está bien orientado es imposible.