Sentir envidia es humano, gozar de
Schopenhauer, Artemio hacer clic aquí.
La perdida de Categoría de River les permite a los Cientistas Sociales analizar ese fenómeno tan característicamente argentino.
Centrar su accionar existencial en oponerse.
Ojo, no se trata de la clásica confrontación entre Ideas, Principios, o Pertenencias; donde lo fundamental es la acción positiva.
El Veterotestamentario “Soy lo que soy”, y por eso me opongo.
Sino el mas bizarro “Me Opongo para poder Ser”, y cuando lo que genera el Acto se “evapora”, sienten que les han amputado el centro de su existencia.
El ultimo año lo hemos visto con lo Anti K; al fallecer NK se quedaron sin su “Obscuro Objeto del Deseo”.
Con el futbol sucede lo mismo; por un lado tenemos los de River, los de Boca, los de Rosario, Talleres, etc.
Y por el otro los anti Boca, los anti River, los anti Leprosos, los anti Piratas.
Con el Descenso, los anti Boca que se proclamaban hinchas de River; se esfumaron como si fueran vulgares bosteros en una mala racha.
Son pocos, muy pocos, los reales hinchas de Boca en las buenas o las malas.
No disfrazan los Trapos, ni declaran que el futbol no les interesa.
Son el equivalente a
Que los convencen que el despiste de de
Pobres reflejos de una luz exterior, sombras evanescentes que nunca tendrán corporeidad.
Nunca Serán, porque prevalecen sus miedos; para poder Ser el precio es enfrentar las Fobias, aun al riesgo de ser vencidos.
Como se discute entre los bibliotecarios de Wikipedia; el Antiperonismo existe, esta ahí, listo para manifestarse; pero la definición es aun “gelatinosa” que la del propio peronismo.
En fin, es lo que hay; cortó con las disquisiciones de filosofía del Agora del Mercado ateniense, y se las dejo a los Cientistas y Filósofos.
“Mi universo de pensamiento NO ha sido abolido.
En lenguaje “de monaguillo”, no hace falta recen por mí”
Lucho, y el dolor que genera, demuestra mi existencia.
1 comentario:
Buenos estoa posts futboleros-politicos, se van aclarando sus posturas y sus lágrimas.
En lo que me toca a mí, en occidente no hay otra forma de vencer al padre que matándolo.
Publicar un comentario