domingo, 20 de julio de 2008

¿Hugo Alconada Mon me plagia?


No tengo ni idea, puede ser solo una casualidad, pero en los ultimos meses existieron varias casualidades en varios matutinos.

“En venganza peronista” hacia referencia a los Fondos Buitres y los capitales offshore argentinos NO DECLARADOS.

Un Anonimo dijo esto:

“Saben tan poco del tema que ni vale la pena postear.
Lo que es seguro es que si no hubiera habido default no habria vulture funds.
Por algo el argentino fue el ultimo default emergente. Ni Ecuador, ni ninguno de los otros que amenazo, se animo. Deberian pensar que alguna razon debe haber.
Sigan participando..
Mientras tanto, B+ for ever, 900 bps de prima por riesgo, y sin financiacion para empresas”

Nunca dije que supiera del tema, pero leo dentro de lo posible, prensa del exterior; y saco conclusiones.

Por eso pego el Articulo de HAM publicado en La Nacion.

NUEVA YORK.- Luego de ganarle una batalla legal de 10 años al Congo para cobrarle el capital y los intereses de bonos de deuda que habían caído en default, el fondo "buitre" Elliot Associates concentrará sus esfuerzos en intentar cobrarle a la Argentina títulos públicos impagos por un valor nominal de US$ 1000 millones.

Un equipo de unos 100 miembros de Elliot, entre abogados, contadores, expertos financieros, economistas e investigadores de todo tipo, se encarga ahora del "caso argentino". La mayoría formó parte de la task force que en el pasado se lanzó a una pesquisa contra la República del Congo, que la llevó por islas del Caribe, Hong Kong, Londres y París hasta detectar activos petroleros y monetarios congoleños ocultos detrás de empresas fantasma, testaferros y operaciones ficticias.

"Nuestra disputa con Congo tomó más de diez años en resolverse. En cuanto a la Argentina, estamos en esto para largo", amenazó la cara visible del fondo, Jay Newman, a LA NACION en su primer encuentro formal con un medio argentino desde que puso sus ojos en el país, poco antes de la debacle de 2001. El antecedente africano parece avalar sus palabras.

A fines de los 90, Kensington International, subsidiaria de Elliot Associates, compró bonos de Congo por un valor nominal de US$ 100 millones. Pagó por ellos monedas, ya que ese país se había declarado en default. Luego, el fondo "buitre" lideró una cacería legal para cobrar esos títulos, que lo llevó por varios continentes y a revelar casos de corrupción que incluyeron al hijo del presidente congoleño Denis Sassou-Nguesso. Hasta que le torció el brazo y su gobierno, a regañadientes, pagó la deuda más intereses.

El mandatario se avino a negociar con Elliot luego de que el fondo hiciera públicos los gastos lujuriosos de su hijo con tarjetas de crédito -y sin un sueldo o un patrimonio que lo justifique- en tiendas de Christian Lacroix, Ermenegildo Zegna o Louis Vuitton. También difundió que la comitiva de Sassou-Nguesso padre gastó más de US$ 400.000 durante su estadía hotelera de una semana, en esta ciudad, en septiembre de 2005.

"Según su factura de hotel, su habitación costó US$ 8500 por día -pagados al contado-, más de lo que un congoleño promedio gana en una década", relató Newman en una columna de The Wall Street Journal. Sassou-Nguesso los acusó de ser "serpientes en el océano" y "gánsteres matones" que se esconden en los paraísos fiscales como las islas Caimán, donde Kensington International mantiene su domicilio fiscal. "¿Quién está robando de los pobres?", los acusó, enfurecido.

Palabras medidas

Elliot cargó además contra la petrolera estatal congoleña y sus turbios vínculos con el banco BNP Paribas. Los denunció ante la justicia por posibles prácticas corruptas y mafiosas bajo la legislación norteamericana. Ahí sí, Sassou-Nguesso aceptó negociar un acuerdo confidencial. Dinero a cambio del retiro de los cargos contra los funcionarios y banqueros. Cerrado ese capítulo, el equipo de Newman concentró sus energías en buscar activos argentinos alrededor del mundo.

"La Argentina es diferente del Congo en que tiene un amplio sector privado", dice Newman. Con voz apenas audible, explica que ve esa diferencia como una oportunidad: "Tanto el sector privado como el público necesitan capital en condiciones competitivas, lo que es imposible hasta que se resuelva la cuestión de la deuda".

Newman cuida cada una de sus palabras tanto como el tono en que las dice. Es medido y habla casi en susurros. La reunión con LA NACION fue en una oficina austera, aunque con vista al Central Park. Y, cruel metáfora, desde sus ventanales es posible controlar los movimientos del consulado argentino.

El directivo acepta que su fondo concentra las críticas y el odio de países con problemas financieros, como la Argentina, de gobernantes que promueven la condonación de la deuda de los países más pobres, como el británico Gordon Brown, de cantantes como Bono, de U2, y hasta de la número dos del Fondo Monetario Internacional, Anne Krueger. Pero Newman sostiene que el fondo Elliot y otros similares, como el de Kenneth Dart, cumplen un rol necesario en las finanzas globales, cual buitres en la estepa africana y ve a los países "corruptos y en default hundiendo el sistema legal [de Estados Unidos] al menospreciar el imperio de la ley".

Por Hugo Alconada Mon
Corresponsal en EE.UU.

http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1031956

Si fuera evasor o corrupto, funcionario o privado, me apuraria en repatriar los bienes.

A ver si todavía me los embargan, y me terminan aplicando la Ley de Lavado.

2 comentarios:

aro dijo...

Pero Manolo, cobrar una deuda es siempre una situación política. Si van a ir contra alguien, es contra los que están en el gobierno buscando sus cuentas personales (y provinciales). El caso contrario sería ir contra el sistema financiero en su conjunto. Pensándolo bien, Alemania parece haber querido iniciar este experimento, total hoy, justamente lo que está en juego es el sistema financiero.

Rodrigo dijo...

Algo de eso habrán pensado aquellos funcionarios que están promoviendo un blanqueo de capitales, para poder repatriar los fondos legalmente?