Si no los podes matar, hay que negociar.

Primera imagen, Adenauer y de Gaulle; después de 250 años de Guerra, Francia y Alemania convierten su alianza en el núcleo del Capitalismo Rhenano.

Cuarenta años más tarde, sus sucesores desafían a la superpotencia en su guerra para liberar a Irak.

Los Panzer germanos desfilando en Paris, o la Legión Extranjera en Berlín, son normales; convirtieron las pesadillas en certezas de la autoconfianza; es por eso que hasta se permiten pensar en un FMI propio de Europa.

Segunda imagen, dos duros que cierran trato contra el Socialimperialismo soviético; sin Mao y Nixon, Reagan no hubiera ganado la Guerra Fría, ni Estados Unidos dependería del Socialismo de Mercado.

Tercera imagen; Sadat, el contacto de los militares nacionalistas egipcios con Rommel y el III Reich.

Beguin, el terrorista internacional que autorizo volar el Hotel Rey David o el ataque a Deir Yasin; mientras que su segundo y sucesor, Isaac Shamir, estuvo involucrado en los asesinatos de Lord Moyene, Ministro Británico para Medio Oriente, y Folke Bernadotte, enviado de la ONU en Palestina.

Ninguno de ellos eran blandos, sino mas bien todo lo contrario; pero la Guerra del Yom Kipur o Ramadán, les demostró que no podían romper el equilibrio.