El Compañero Cardenal, que no es “peronista” sino un jesuita
sudamericano nacido y criado en la Argentina peronista, tiene como objetivo
primordial de su pontificado que la Iglesia “regrese” al seno del Pueblo de
Dios; tal cual fue expresado en el Documento de Aparecida, y refrendado en Rio
con los obispos del Celam.
Ahora bien, la Iglesia Católica además de ser una “organización
global” con una “jerarquía” centrada en el Vaticano, por devenir histórico también
es una “red de Mundo pequeño”.
Donde los requisitos de Frigyes Karinthy y Stanley Milgram
se cumplen al pie de la letra.
Cualquier laico católico “conoce” a un religioso, sea
sacerdote o monja, estos a su vez dependen de un obispo o Superior de Orden
Religiosa, a su vez estos tienen “contacto” no solo con el Papa sino con sus
pares del resto del mundo.
O sea, que no es imprescindible “pasar” por Roma para
entregar un “mensaje”; aunque el Papa este a no más de 4 grados del 90% de la
humanidad.
La llamada telefónica “sorpresa” y las Cartas “personales”
se aprovechan de esa condición de red de Mundo pequeño de la Santa Madre; y es
reforzada por su “estadía” en Santa Marta, que le permite “eludir” el Protocolo
de la Burocracia vaticana.
Como en las Tesis de Dune el “flujo de la especie”, que en
este caso es “información” pura y dura, no debe ser “obstruido”.
Y Santa Marta es una “Casa Capitular”, al estilo de los monasterios
urbanos de las Órdenes mendicantes pre-renacentistas, que a su vez fueron
influidos por las experiencias del mundo islámico medieval.
Del Magreb y Al Andaluz a China e Indonesia, de Bulgar en
las estribaciones de los Urales a Tombuctú en el Níger y Mombasa en la costa
africana del Indico.
El “Papa del fin del Mundo” con mínimos retoques a la
Burocracia Vaticana, tan auto referencial como el mandarinato chino, termina
por cambiar el centro de Poder eclesial con herramientas tan ortodoxas como la
convivencia fraternal de los monasterios franciscanos o las rábidas sufíes.
Así las “Reverendas Madres”, al estilo Bene Gesserit, se
transforman en las mas asertivas “Madres Comandantes” del Pueblo de Dios para Ad
maiorem Dei gloriam. ;-P
“Y el sitio del Obispo para estar con su pueblo es triple: o delante
para indicar el camino, o en medio para mantenerlo unido y neutralizar los
desbandes, o detrás para evitar que alguno se quede rezagado, pero también, y
fundamentalmente, porque el rebaño mismo tiene su olfato para encontrar nuevos
caminos”.
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