La crisis global / Acusaciones del presidente norteamericano
Obama ataca a los bancos con una profunda reforma del sistema
Pondrá límite al tamaño y los obligará a separar el negocio de consumo del de inversión
WASHINGTON.- Herido por la derrota en las elecciones regionales de Massachusetts, el presidente Barack Obama da manotazos para reconectarse con el votante. Y el dardo cayó ayer sobre Wall Street, su sempiterna antagonista, contra la que cargó con una propuesta para ampliar las regulaciones sobre la operatoria bancaria.
"Si ustedes quieren pelear, estoy listo", dijo Obama a la banca privada, en un firme mensaje desde la Casa Blanca que, de inmediato, erizó la piel de analistas locales, quienes reaccionaron al grito de "populista, populista!" y con el tono de quien ha visto de frente al demonio.
"¿Se está volviendo populista Obama?", fue la pregunta que lanzó a sus televidentes la popular cadena CNN. "El presidente no es lo que esperábamos", cargó, desde su blog, el premio Nobel Paul Krugman (ver aparte).
Y, aun sin haber probado las armas -muchas de las medidas ni siquiera se conocen aún- la sangre ya empezó a correr. La Bolsa de Wall Street acusó el golpe y sufrió importantes pérdidas, sobre todo en papeles de bancos y gigantes financieros. Otro tanto pasó en buena parte de los mercados de la región, especialmente en México y en la Argentina. El dólar registró presiones frente a otras monedas.
El índice Dow Jones cayó 2,01 por ciento, y el Nasdaq, donde negocian numerosas empresas tecnológicas y de Internet, el 1,12 por ciento.
Las acciones de los bancos JP Morgan Chase, Bank of America, Citigroup, Morgan Stanley y Goldman Sachs registraron fuertes caídas.
Hasta ahora, el plan de Obama comprende, entre otros, los siguientes puntos, pero todos ellos deben ser aprobados por el Congreso -del que ya no tiene la llave- para que se conviertan en realidad. A saber:
- Se pondrán límites a los pasivos bancarios.
- Se prohibirá a los bancos comerciales que participen en el negocio inmobiliario o negociar con sus propias cuentas.
- Se procura la creación de un organismo independiente de protección financiera del consumidor.
- Se procura impedir la formación de "megabancos", con límites a las fusiones dentro del sistema.
"Intento que ningún banco o entidad financiera que lo controle pueda ser propietario, invertir o patrocinar un fondo de riesgo (hedge fund), un fondo de capital de riesgo o especular en bolsa con su propio dinero", sintetizó el Presidente.
"No deberíamos permitir a los bancos alejarse demasiado de su tarea principal, que es la de prestar un servicio a los clientes", añadió.
Obama llegó al poder hace un año, en medio de los peores pronósticos de colapso financiero, en una crisis cuya gestación se atribuyó, precisamente, a la banca de Wall Street. Meses después, sin embargo, una de las cosas que abiertamente se le reprochaba al Presidente era que ese mercado seguía funcionado "exactamente igual", fabricando productos financieros, similares a los que llevaron al quiebre, sin control alguno.
Acuciado por el enojo del electorado, Obama ayer reaccionó con una renovada ofensiva contra el mercado. "Debemos adoptar reformas de sentido común que protejan a los contribuyentes y a la economía de futuras crisis´´, dijo, y sin embargo no olvidó pasar la factura por las millonarias ayudas que la administración central -con plata de los ciudadanos- inyectó en la banca para evitar el desastre.
"Hoy el sistema financiero es mucho más fuerte que hace un año. Pero sigue operando bajo las mismas normas que casi ocasionaron su colapso", dijo el mandatario.
Obama presentó su plan junto con su vicepresidente Joe Biden y en compañía, además, de su equipo de consejeros económicos, encabezados por el secretario del Tesoro, Tim Geithner; el ex presidente de la Reserva Federal Paul Volcker, y de dos legisladores demócratas encargados de asuntos económicos, el senador Christopher Dodd y el representante Barney Frank. La propuesta de Obama intenta limitar las especulaciones de los bancos comerciales e impedir que las instituciones financieras tengan tal fuerza que su bancarrota plantee un peligro para el sistema económico del país.
"Cuando se ve a más y más integrantes del sector financiero creando transacciones y participando en especulaciones temerarias y oscureciendo los riesgos de forma que unas pocas personas ganan sumas obscenas sin aportar valor alguno a la economía y la ponen en gran riesgo, algo tiene que cambiar´´, había anticipado Obama, horas antes del anuncio. "Yo quiero que nunca más los contribuyentes estadounidenses queden como rehenes de un banco que sea demasiado grande como para ir a la quiebra", prometió Obama.
Ya había anunciado días atrás un proyecto impositivo para medio centenar de grandes bancos, destinado a permitir la recuperación de los fondos públicos invertidos en el marco del plan de estabilización del sistema financiero. La idea es que, a lo largo de diez años, esa carga fiscal recaude US$ 117.000 millones.
Corresponsal en EE.UU.
2 comentarios:
las deudas se cobran digo Obama, que parezca un accidente basicamente, y, si perdi, ojito, pierden todos
ayj
Es simple, la presidencia de Obama está terminada porque quiere hacerle pagar la crisis al pueblo y el pueblo lo rechaza. El discurso progresista que tiene (como aquí el de la Alianza en 2001) no engaña a nadie mientras los americanos se quedan sin trabajo, sin casa, con menos servicios de salud, etc., etc.
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