Creo que en esa época, hubo tres tipos que afectaron la historieta.
Uno por supuesto es el grande, Oesterheld.
Ni me voy a molestar en hablar, porque él era EL mejor.
Absolutamente el mejor.
El otro fue Ray Collins, el desaforado, porque realmente él era en todo exagerado.
Y quedaba bien.
El tercero fui yo, creo que una mezcla entre los dos.
Por supuesto yo lo imité a Oesterheld en todo, porque lo admiraba, lo leía, copiaba sus guiones, los guardaba... Mort Cinder en las Termópilas...
Yo copié todo de ahí... (recita de memoria, con tono trágico y profundo)
"Subo la colina y me encuentro con tres ilotas perdidos, me acompañan, pero el día es negro porque el viento sólo puede repetir una palabra Alfeus, Alfeus..."
Eso es arte.
Eso es lo mejor.
Eso es espléndido.
Sargento Kirk nunca me convenció.
Pero Mort Cinder... eso es...
-Vos releés cosas tuyas y retomás alguna punta que haya quedado colgada, algún enemigo que haya quedado vivo...
-Todo el tiempo. Me encanta.
-¿Hacés eso?
-Aha.
Por una simple razón.
¿Qué es lo más fascinante que hay en las historias?
Los malos.
Un bueno es bueno, y es bueno en una manera bondadosa, pero los malos, los villanos...
Escuchame, en Batman, ¿quién es más interesante? ¿Batman o el Joker?
¡El Joker!
Batman está bien, es bueno, mientras que el otro no tiene ningún límite.
Entonces el Joker es el gatillo de la historia, el malo es el que hace que el bueno intervenga.
Vos sabés que el bueno va a venir, va a intervenir, lo va a cagar, etcétera, pero el malo es el bueno, o digamos que lo interesante es el malo...
http://www.robinwoodcomics.org/quienesrobinwood/
PD1 Sobre Ray Collins.
El Invento Ray Collins.
http://www.tebeosfera.com/documentos/documentos/el_invento_ray_collins.html
Ray Collins, biografía del Hombre Invisible.
http://www.tebeosfera.com/1/Documento/Articulo/Guionistas/Ray/Collins.htm
El inicio del canon más respetado y oficial (basta leer los últimos libros críticos editados) parte del supuesto romántico que divide a la humanidad en dos bandos, uno bueno y otro malo, donde el último, por justicia poética, termina perdiendo: así planteado el escenario, ciertos nombres sólo aparecerán cuando la conveniencia política aconseje volverlos escarmientos públicos para los indecisos que miran desde bastidores.
La condena empieza en "se impone la producción adocenada, rutinaria en su profesionalismo, que desde las revistas de Editorial Columba comenzaban a monopolizar el mercado".
El guionista o dibujante que entre en las coordenadas de mercado será expulsado sin importar la calidad del producto... Sasturain enseña con el ejemplo: "apenas asomaba en las páginas deColumba la ductilidad mercantilizada del prolífico guionista Robin Wood, que ya por entonces construía sus éxitos con la certeza de un bestllerista".
Mejor poner atención ahí porque está dictando cátedra: pone ductilidad y desliza "mercantilizada", agrega prolífico para aplastarlo con un bestllerista: así Wood y sus historietas desaparecen para siempre dejando a Oesterheld como el artista que durante la década de 1960 no "se mercantiliza".
………….
La línea trazada por Sasturain encadena toda esta operación de limpieza con su propia revista, pero todavía necesita otro eslabón y algunas astucias para llegar hasta ahí sin despertar sospechas de favoritismo: para eso está Skorpio:
"Un nuevo medio intentará explícitamente en ese 1974 retomar la línea perdida, una década atrás, de los últimos avatares del periodo áureo, ese Misterix de Mort Cinder, Garrett y Wattami: la buena historieta de aventura para un público masivo."
Sólo entonces Ray Collins será reconocido como guionista, luego desaparecerá bajo la alfombra.
El truco de asociar a los guionistas con los medios ya funciona: aquí (Hora Cero,Frontera, Misterix, Skorpio, Superhumo(r), Fierro), están los buenos, allá (Columba), los malos.
Collins se salva en los setenta, y apenas, por sus trabajos para Skorpio, pero cuando sus guiones sean publicados íntegramente en D´artagnan, El Tony oNippur Magnum, su lugar será ocupado por otros, no por calidad, sino por geografía y cercanía ideológica.
Con estas condiciones se reduce la lista de candidatos: desde la marginación de Wood queda claro que el éxito comercial implica una desvalorización del trabajo; el silencio que pesa sobre cualquier historieta publicada en Columba aporta el segundo dato para este ejercicio sistemático del soslayo, la marginación y la contradicción que encabeza Sasturain.
………….
Aunque todavía quedan algunos retoques para ocultar estos deslices involuntarios entre teoría y práctica, Fierro ya encaja dentro del modelo que busca unir el histórico 1950 con este 1984.
Por eso se habla de "La tarea que estaba en el aire era la de conjugar -con reglas del juego claras y abiertas- todo lo disperso; recuperar la creatividad perdida o desorientada, satisfacer a un público mal atendido y, sobre todo, entrar en contacto con la historia y la circunstancia argentina, una cita que vino a darse -oh paradoja- cuando el rigor del proceso militar ponía a prueba las ganas de comunicar algo más que trivialidades" refiriéndose a Humo(R), pero sólo como preludio fallido a este Fierro donde Mandrafina puede ser alabado por el mediocre Metrocargero (Enrique Breccia) sin mencionar el Savarese de Wood.
No sólo se dividen las críticas de acuerdo al medio: el crítico puede usar diferentes tablas de valores: si una condena rápidamente y sin discusión a los candidatos (así desaparecen Dago(Wood-Salinas), Savarese (Wood, Mandrafina), Mojado (Wood, Vogt) Big Norman (Collins, C.Rodriguez) o Rocky Keegan (Collins, Canelo)); la otra aprueba desde la intención política.
Cito: "ese futuro imperfecto tan bien contado por Altuna en Ficcionario o con Trillo en El último recreo y los trabajos de Juan Gimenéz en Cuestión de Tiempo o War III -junto a Barreiro- levantando olas de admiración metálica, hubo lugar para propuestas abiertas al sentido más libre e imprevisible, como las historietas de Enrique Breccia, verdaderos ejercicios de imaginación, desbordada hasta el límite de lo narrativo posible."
………………
Borges se transforma para Perramus (Juan Sasturain, Alberto Breccia) porque el personaje público es irritante, pero el escritor deslumbra y la tarea de salvataje lo convierte en un personaje querible y cercano a la revista.
Todos esos intentos, -deFiccionario a Perramus-, coronados por la corrección política y el mensaje cerrado de las parábolas para entendidos, terminaran superados artísticamente por la parodia feroz de Fontanarrosa y no por la "contundencia testimonial" del Peyro de Las semillas,Hermandad o Gracias, Sr. Nuys.
Es lo que hay en 1986, y Sasturain se detiene ahí, pero los canonizadores oficiales siguen recuperando su idea de construir una historia del género que conecte una serie de puntos fijos e invariables (Oesterheld, Trillo, Sampayo y Barreiro entre los guionistas; Hora Cero y Frontera, Misterix, Skorpio, Superhumo(R) y Fierro en las revistas) dejando en la oscuridad y a pie al resto.
El resultado final de estos macizos tratados de fe, nunca se aparta demasiados de la linea trazada originalmente: Ray Collins, Alfredo Grassi, Julio Alvarez Cao, Robin Wood, Carlos Albiac y Ricardo Ferrari siguen esperando, lejos de estos historiadores-cartógrafos que creen que
Cuatro elefantes y las delicias del mundo plano: buscando el canon oficial de la historieta, releyendo a Sasturain.
http://www.henciclopedia.org.uy/autores/Delatorre/CanonHistorietaArgentina.htm
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