martes, 20 de mayo de 2008

¿El Agio y Especulación no existen?

Imagine un mercado de abastos en el que, además de los compradores habituales, hubiese clientes dedicados a vender y comprar productos sin salir del recinto, con el único objetivo de conseguir un precio mejor en el siguiente puesto y sacar beneficio. Esta situación se da en el mercado de futuros de alimentos de Chicago, que influye en los precios de los establecimientos del barrio pese a su lejanía.



Los expertos recomiendan remontarse a este lugar, al que acuden proveedores de todo el mundo a adquirir materias primas como arroz o trigo, para comprender mejor la espectacular subida de los alimentos en los últimos tiempos. Según refleja el Índice de precios elaborado por la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la subida media fue del 36% en 2007, en comparación con el 14% de 2006 y el 2% de 2005.



Felipe Arrizubeta, analista de Banif, señala que "hay un factor especulativo importante en el precio de los alimentos" en este primer eslabón de una cadena de transmisión que finaliza en cada casa. En otras palabras, hay un creciente número de inversores que no tienen la intención de hacerse con toneladas de arroz ni de plátanos, y que hacen sus operaciones de compra y venta dentro de unos plazos determinados.



Varios factores han incrementado el atractivo del mercado de los alimentos para invertir, como también ha sucedido en el caso del petróleo. Entre ellas están la volatilidad asentada en las Bolsas de todo el mundo, pero también que la divisa de referencia, el dólar, esté debilitada, lo que permite comerciar con estas materias primas a mejor precio. Eduardo Bolinches, director de Bolsacash.com, explica que mientras la Reserva Federal continúe con su estrategia de bajar tipos -que empuja la divisa a la baja- y "haya sobreoferta de dólares, se producirán subidas de materias primas".



El creciente interés de los inversores añade más presión sobre los precios que tendrán que pagar los proveedores, lo que a su vez fuerza a que las empresas traten de cubrirse frente a estos mayores costes especulando directamente en este mercado, explica.



Arrizubeta afirma también que "muchos fondos de inversiones están apostando por los alimentos". Son soberanos y operan con el propósito de "asegurar la producción agrícola" de su país, como sucede con los Emiratos Árabes Unidos, que "a través de su fondo está comprando granjas y tierras en Pakistán", añade.



¿Bajarán los precios?



Este experto no cree que se trata de una burbuja que vaya a explotar de un momento a otro y señala que hay razones que justifican parte del alza de los precios. Además del "un factor especulativo importante hay un efecto estructural", entre los que destacan la creciente demanda de países emergentes o el que "buena parte de la producción se destine a biocombustibles" para satisfacer las mayores necesidades energéticas. Es por ello que la FAO afirma que los precios permanecerán altos pese a que, en el caso del arroz, predice cosechas récords.



Eso no significa que no se produzca un ajuste, aunque en su opinión se dará más como como una desaceleración de las subidas que con un descenso de los precios. "A medio plazo, en torno a 6 meses, va a seguir la subida de los alimentos, pero no al nivel de 2007. A largo plazo, también continuará" sostenida por el creciente consumo en todo el mundo.



A ello se suma que cada vez más países optan por medidas proteccionistas para salvaguardar su mercado de las fuertes subidas, lo que resulta en una mayor presión en el resto del mundo. Así lo ha hecho Vietnam, que ha decidido limitar sus exportaciones de arroz con el fin de garantizar el abastecimiento interno y de esta forma mantener bajo control los precios.



La leve caída del índice de precios de la FAO en abril de este año ha abierto un hueco a la esperanza. Incluso en el mercado de derivados, el precio del trigo "de febrero a abril ha bajado un 40%". Pero no resultará fácil que este descenso se refleje en los supermercados. El recorte de los precios no se traslada forma inmediata porque los proveedores quieren "cubrirse frente a posibles pérdidas" a corto plazo.



JORGE PLANELLÓ

http://www.elmundo.es/mundodinero/2008/05/16/economia/1210950953.html

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