domingo, 23 de enero de 2011

Yevno Azev no ha muerto, y trabaja para una compañía privada, contratista del Gobierno británico.

El líder era el infiltrado

Mark Kennedy fue durante siete años el más activo de los ecologistas británicos.

Hasta que los verdes descubrieron que era un policía-espía.

Entonces dejó Scotland Yard y cambió de bando

El País, hacer clic aquí.


Doble vida / Scotland Yard, involucrada

Estupor en Gran Bretaña por una trama de espías y traición

Cuatro uniformados pasaron casi una década infiltrados entre ecoactivistas

La Nación, hacer clic aquí.


No sorprende la noticia en si, porque esta historia de “agent provocateur” tiene un siglo largo.

Yevno Azev, Sergei Vasilievich Zubatov y Vladimir L'vovich Burtsev ya jugaban a este juego a fines del siglo XIX.

El Perfecto Infiltrado y su Némesis, la historia que no contó Le Carre, hacer clic aquí.

Lo novedoso, es que los “infiltrados” no los controla el Estado, sino la Iniciativa Privada; acorde al espíritu de los tiempos.

Se “subcontrata” a una Ltda., Plc, o Corp.; que permiten eludir los “Controles” Parlamentarios y Judiciales; además de ser un “pingüe negocio”.

La Dictadura del Mercado ya tiene a sus Cheka, la ACPO, the Association of Chief Police Officers; como informan la BBC, hacer clic aquí; Guardian, hacer clic aquí; o Dailymail, hacer clic aquí.

Las SS ya hace rato que existen, solo hay que recordar a Blakcwater.

3 comentarios:

Cine Braille dijo...

Un poco de literatura para matizar el tema: El agente secreto de Conrad y El hombre que fue jueves de Chesterton.

Andrés dijo...

El Daily Mail no deja bien parados a estos "policías de élite".

AL menos, no parecen tener el mismo aura que los inflitrados por la Okhrana.

Saludos,

Andrés

Chofer fantasma dijo...

Frank Zappa´s "Let's Make The Water Turn Black" describe a sus vecinos Ronnie and Kenny quienes hacen vino casero, pegan mocos en las ventanas y mean en tachos. Todo eso mientras queman pedos.

Una escena eglógica.

Finalmente Ronnie se va al ejército y habla con entusiasmo de los bombarderos, para los que sugiere esperar hasta que el fuego se vuelva verde, como con los pedos.

Todo esto no tiene que ver con el post, salvo que Blackwater es the water turned black.

Y nos alerta, à la Zappa, en dónde pueden terminar los vándalos de hoy.